Cristiano vuelve a celebrar

Daniele da Mota, un delantero luxemburgués de padres portugueses, apuntó a la culminación de una de las semanas más negras de Cristiano Ronaldo cuando a los 12 minutos clavó en la escuadra de Rui Patricio una rosca. Una derrota en Luxemburgo, con Ronaldo como estandarte de Portugal, lucía el brazalete de capitán, hubiera sido un varapalo difícil de digerir para la estrella madridista. Las críticas hacia su persona se hubieran disparado en su propio país, que le ha servido de refugio mientras en España se debatía sobre las causas de esa tristeza que dice embargarle en el Real Madrid. Reaccionó Cristiano bien a la exigencia, y tomó la responsabilidad rematadora de su selección, que acabó imponiéndose 1-2.

Los ‘azzurri’ no contaron con Balotelli ni Cassano y fueron salvados por Buffon

El portugués probó con un par de lanzamientos de falta directa ante de marcar el gol del empate. Una liberación ante los nubarrones negros que parecían rodearle. Recogió un pase en la frontal de Moutinho y marcó con un tiro raso que pegó en el palo antes de entrar. Levantó su puño con cierta rabia y esperó la llegada de sus compañeros. El empate tampoco le servía a Portugal, que formó con el once tipo con el que se plantó en las semifinales de la última Eurocopa, Moutinho, Meireles y Veloso en el centro del campo con Nani y Cristiano abiertos y Helder Postiga como cabeza de área.

Estuvo Ronaldo en plan ametralladora ante la necesidad de darle la vuelta al partido. Acabó el encuentro con una decena de remates, dos de ellos a los palos. El gol de Helder Postiga, que Cristiano festejó desde el costado del área, donde seguía la jugada, serenó a Portugal y también a él mismo. A partir del segundo tanto se soltó aún más y realizó varias incursiones de extremo que hicieron daño a la defensa luxemburguesa. También enseñó un par de pases muy dañinos. En los minutos finales contribuyó a las combinaciones para conservar la pelota y que el tiempo transcurriera. Cuando el colegiado señaló el final del encuentro se fue con el gesto serio y salivando. Una derrota en Luxemburgo hubiera ahondado más en esa tristeza que verbalizó tras el partido con el Granada (3-0, con dos tantos suyos). El traspié hubiera dado ya una ventaja a considerar a la Rusia de Fabio Capello, que se deshizo con relativa facilidad de Irlanda del Norte (2-0). Fayzulin y Shirokov, de penalti, fueron los autores de los goles.

Özil marcó dos tantos en la victoria de Alemania frente a las Islas Feroe

La gran sorpresa se produjo en Sofía. Allí se presentó Italia como subcampeona de Europa y de allí salió trasquilada (2-2). Se encontró con la descarada Bulgaria de Lubo Penev, que se puso por delante en el marcador con un tanto de Manolev. Tuvo el nacionalizado Osvaldo tres minutos en los que hizo olvidar a los ausentes Balotelli y Cassano con dos goles. No se desvencijó Bulgaria, que siguió tuteando a los de Prandelli. En los minutos finales inició una carga que terminó con el tanto del empate de Milanov. Buffon evitó la derrota en un remate duro y ajustado también de Milanov.

Alemania por su parte se deshizo de las Islas Feroe (3-0) con comodidad solo cuando Gotze abrió la lata a la media hora de juego con una gran jugada individual. A partir de ahí comenzó el recital de Özil, que marcó dos goles. La goleada de la noche fue para Inglaterra, que arrolló a Moldavia (0-5) con dos goles de Lampard. También marcaron Milner, Defoe y Baines. Holanda, con Van Gaal de estreno oficial, se impuso a Turquía (2-0).

Por otra parte, Georgia, rival de España el martes, venció en el primer partido del grupo a Bielorrusia por 1-0.