Más sanciones que carreras
Con las dos últimas penalizaciones recibidas en Spa, Pastor Maldonado acumula 14 en las 12 pruebas celebradas hasta ahora
Los 36 millones de euros que el gobierno de Venezuela invirtió este año en la escudería Williams, a través de la compañía petrolera PDVSA, debido al enamoramiento de Hugo Chavez hacia Pastor Maldonado, pueden no salirle a cuenta a la escudería británica. Por primera vez en muchos años, Williams posee un prototipo con unas prestaciones que están a la altura de los más rápidos, que incluso es capaz de ganar carreras (Gran Premio de España). El problema para el equipo de Grove radica en que el potencial del FW34 ha pasado demasiado desapercibido últimamente, algo comprensible en todo caso, porque el caudal informativo que ha rodeado la estructura británica lo ha monopolizado Maldonado. El pasado fin de semana, en Spa, El Tigre de Maracay recibió en menos de un cuarto de hora dos sanciones que le retrasarán diez plazas en la parrilla del próximo domingo en Monza, un verdadero doble salto mortal con pirueta. La primera de las sanciones se la impusieron los comisarios por adelantarse claramente en el momento de la salida; la segunda, por echarse encima de Timo Glock en La Source.
Cometí un pequeño error en la parrilla, cuando el embrague me patinó de las manos antes de que los semáforos rojos se apagaran"
Puestos a relativizar, uno podría pensar solo se ha tratado de un mal fin de semana del suramericano, pero seguramente se equivocaría. Las de Bélgica son las dos últimas penalizaciones de las 14 que Maldonado acumula esta temporada, dos más que las pruebas que se llevan disputadas hasta ahora. “Cometí un pequeño error en la parrilla, cuando el embrague me patinó de las manos antes de que los semáforos rojos se apagaran”, desgranó el domingo el corredor, que sin embargo, ya sabe lo que es recibir un doble castigo: ya le ocurrió en China, Bélgica y Valencia. A día de hoy, Maldonado acumula 29 puntos y ocupa la 14ª posición en la tabla, y sólo ha conseguido cruzar la meta en siete de las 12 citas.
El piloto de Williams se las ha tenido tiesas en algún momento con casi media parrilla, y en muchas ocasiones, su monoplaza ha terminado hecho pedazos. Ocurrió en Australia, en la apertura del Mundial y mientras perseguía a Fernando Alonso; en Mónaco, durante los ensayos, al embestir a Checo Pérez; y también en Silverstone, de nuevo con el mexicano de Sauber. De todas formas, Maldonado no necesita a nadie para destrozar su bólido. Hace unos días, en una exhibición por las calles de Caracas, el campeón de la GP2 de hace dos años midió mal una derrapada, el prototipo le dio un culetazo y terminó comiéndose un bordillo, y, de paso, cargándose toda la trasera del coche. En las imágenes colgadas en Youtube se escucha un comentario de un espectador al acto: “Vaya, qué raro que lo chocara”.
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