La Bundesliga mira a España

Alemania nunca había apostado tan fuerte por los futbolistas españoles. Sus elevadas pretensiones económicas y su falta de interés en emigrar a un país de clima e idioma difíciles de asimilar habían abortado esa posibilidad. Antes de esta temporada solo 14, la mayoría con la doble nacionalidad germano-española, habían jugado en la Bundesliga desde el origen del campeonato, que celebra este año su 50º aniversario.

Algo ha cambiado. En este curso ya son cinco los que han seguido los pasos de Escudero y Jurado, ambos del Schalke, aunque el segundo ha sido cedido finalmente al Spartak de Moscú. El último en aterrizar es Javi Martínez, que ayer debutó con el Bayern Múnich (jugó 15 minutos al final), que goleó por 6-1 al Stuttgart. Antes lo hicieron Carvajal y Joselu, que, procedentes del Castilla, recalaron en el Bayer Leverkusen y el Hoffenheim respectivamente; Domínguez, del Atlético, en el Borussia Mönchengladbach, y Ezequiel, del Betis, en el Friburgo como cedido. Por si fuera poco, Juanan, del Fortuna Düsseldorf, ya juega también en Primera tras el ascenso de su equipo. Los siete representan la cifra más alta de españoles en la Bundesliga.

El encargado de abrir la veda fue el tinerfeño Oti, que fichó por el Bochum en 1991. Su periplo por tierras alemanas apenas duró un año y transcurrió con más pena que gloria: no llegó a disputar un solo minuto en el torneo. A la temporada siguiente regresó al Realejos. El primero en debutar en un choque liguero fue Copado, en 1993, con el Hamburgo. Nacido en Alemania, pero con nacionalidad española, fue todo un trotamundos que pasó por diversos conjuntos germanos y entre medias militó una temporada en el Mallorca.

Hasta el momento, en cualquier caso, los españoles no han dejado mucha huella en Alemania. A excepción, claro, de Raúl. El exmadridista se convirtió en el gran embajador y allanó el camino a sus compatriotas. Conquistó el corazón de los aficionados del Schalke, no se cansó de resaltar las virtudes del campeonato y siempre se sintió feliz e integrado en la sociedad alemana.

Javi Martínez debutó ayer en el Bayern con una goleada al Stuttgart

La Bundesliga ha invertido este verano la friolera de 60 millones de euros en españoles: 40 en Javi Martínez, ocho en Domínguez, seis en Carvajal y otros seis en Joselu. Una de las causas de esta apuesta apunta al contraste entre la delicada situación económica de los clubes españoles y la buena salud financiera de los teutones. Mientras que los equipos de la Liga viven con el agua al cuello y apenas se han gastado 114 millones, incluyendo los fichajes de Song por el Barcelona y Modric por el Madrid, los de la Bundesliga han doblado esa cantidad: casi 230 millones, superando el récord del torneo, los 194 millones de 2007.

Escudero, Carvajal, Joselu, Domínguez, Ezequiel y Juanan completan la lista

La compra de Javi Martínez rompe por completo la política de austeridad. El Bayern, autor cada año de los mayores desembolsos en el campeonato, ha dado un paso más allá con el fichaje-récord de un futbolista que todavía no lleva colgado el cartel de gran estrella. El pago de 40 millones contrasta con las críticas de antaño del club bávaro a los europeos en general por su política de adquisiones, que, según Karl-Heinz Rummenigge, miembro de la directiva, se basaba en “cantidades exageradas en operaciones que provocan que el mercado sea cada vez más inflacionario e irreal”.

Otra de las posibles razones de que la Bundesliga mire de reojo al futbolista español es el gran momento que atraviesa la selección nacional, que ha ganado de forma consecutiva dos Eurocopas, las de 2008 y 2012, y una Copa del Mundo, la de 2010. Así, se le asocia con el éxito deportivo y el buen gusto en el trato del balón. “La idea del Bayern es muy sencilla: hacerse con alguien del equipo nacional de España y de esa manera volver a ganar un título. Ese es el camino a seguir. No se trata de un jugador del Barcelona o del Madrid, pero se trata al menos de un español o, incluso mejor, de un vasco”, publicaba Spiegel en referencia al fichaje de Javi Martínez, que, en realidad, es navarro.

Pero otros medios germanos advierten del peligro que entraña vincular el éxito a una nacionalidad. “Es normal que los clubes alemanes se fijen en los españoles porque en estos momentos España practica el mejor fútbol del mundo. Sin embargo, no conviene generalizar y pensar que todos los que vengan van a triunfar”, afirmaba el Süddeutsche Zeitung.