Dos potencias en crecimiento
El Manchester City y el Borussia Dortmund sienten que llega su momento, y el Ajax puede erigirse como el juez
Pocos grupos presentan más dificultades que el cuarteto que le ha tocado presidir al Madrid. El equipo de José Mourinho deberá medirse a dos conjuntos en franco crecimiento, el Manchester City y el Borussia Dortmund, que ya fueron eliminados en la fase de grupos del curso pasado. Regresan reforzados, con más experiencia, con sus campeonatos nacionales bajo el brazo y con la presión de sus hinchadas por ocupar un puesto en el primer nivel del fútbol europeo. Queda el Ajax, debilitado respecto a otras ediciones, sin más esperanza que la de ver florecer a algún talento nuevo y oficiar de juez. Tal y como está el grupo, el que tropiece con el Ajax, se apuntará a la eliminación.
Manchester City, segundo asalto. Debutó en Champions el año pasado y la eliminación en la ronda de grupos fue una noticia inesperada para todos los aficionados, sobre todo para su propietario, el jeque Mansour bin Zayed. La decepción se compensó con la conquista de la Liga inglesa en un final de temporada agotador, que todavía parece dejar secuelas en el equipo. El título confirmó las expectativas alrededor de una plantilla majestuosa, formada en aluvión desde 2008 tras una inyección de petrodólares. En el trasiego de futbolistas y managers, el City ha tardado un par de temporadas en forjar un orden y un estilo propio. El resultado es la obra de Roberto Mancini, cuyas originales tendencias italianizantes han dado paso a fórmulas más eclécticas, sea porque el jeque quiere entretenerse, sea por respeto a una hinchada que premia la audacia. No se puede ser demasiado cauto con un vestuario poblado por jugadores atrevidos y, sobre todo, atacantes.
Carlos Tévez, que hace un año estuvo a un paso de ser despedido por un caso de insubordinación, se ha convertido en el favorito de Mancini para ocupar el frente de ataque. A Tévez le acompañan Agüero, Dzeko o Balottelli, según los rivales, pero las maniobras ofensivas suelen conducirse por donde mandan Nasri y Silva, dos mediapuntas ubicuos, astutos y desequilibrantes que están tardando en recuperar la forma física después de las vacaciones. Por detrás, en el eje de la rueda, opera el formidable Yaya Touré lo mismo para meterse entre los centrales que para dar el último pase. Es el jefe. La defensa tiene grandes recursos, sobre todo por las bandas. La lentitud del central Joleon Lescot y la tendencia a engordar de Kolo Touré son los únicos puntos débiles del City.
Borussia Dortmund, el reino oculto. Si hay un equipo extraordinario que circula por los márgenes de los grandes focos publicitarios ese es el Borussia. En los últimos años, el club de Westfalia se ha convertido en la única potencia que discute la supremacía al Bayern. Lo hace con una escuela definida y con un entrenador de aire académico, Jürgenn Klopp, que construye todo alrededor del toque.
Si hay un equipo que practica un juego parecido al del Barcelona es el actual campeón de la Bundesliga
Si hay un equipo que practica un juego parecido al del Barcelona es el actual campeón de la Bundesliga y de la Copa alemana, aunque hace tres semanas perdió contra el Bayern la Supercopa. Si hay un centrocampista alemán que recuerda a Xavi se llama Ilkay Gündogan. El chico que ficharon para reemplazar a Sahin comenzó con paso titubeante y acabó manejando al equipo campeón. Gündogan refleja el espíritu de un grupo colectivista, generoso, que no hace concesiones a la vanidad. Un equipo que ha ganado en consistencia defensiva bajo el mando de Hummels y que, esta temporada, se prepara para dar un salto de calidad impulsado en dos figuras emergentes. Lo más parecido a unas estrellas son Mario Göetze y Marco Reus, dos típicos talentos germanos contemporáneos, jóvenes con sentido del pase, dinámicos y goleadores. Reus, quizá el mejor jugador alemán del momento, es el símbolo de la cantera del Borussia.
Ajax, el juez. Más aferrado que nunca a su tradicional política de cantera, el Ajax presenta pocas novedades respecto al equipo que fue vapuleado por el Madrid la temporada pasada. Ha empleado el verano para desprenderse de media columna vertebral: el organizador Theo Janssen, el central Vermaelen, y el atacante Al Hadary. Le queda su gran figura, el goleador danés Christian Eriksen. Y le queda su técnico, Frank de Boer, vínculo histórico y sentimental con su escuela de fútbol.
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