Sorteo de faquir para el Madrid

Apeados el Barcelona y el Madrid de las semifinales de la Champions del curso pasado, cuando se daban por descontados sus triunfos sobre el Chelsea y el Bayern, los dos equipos punteros de España persiguen de nuevo el título de títulos, el que les devuelva a la cima. La cita será el 25 de mayo en el nuevo Wembley. No hay mejor escenario para el Barça, que en el antiguo ganó dos de sus cuatro Orejonas, la primera, ante el Sampdoria, y la última, ante el Manchester United. Una convocatoria, sin embargo, también subrayada por el Madrid, que ansía quitar de una vez por todas la condición de volátil a la Décima. En la batalla estarán el Valencia y el Málaga. Y el camino, según se ha decidido hoy en el Foro Grimaldi, de Montecarlo, será espinoso para el Valencia, sinuoso para el Málaga, factible para el Barça y una prueba de supervivencia para el Madrid.

La fortuna le resultó esquiva al Madrid, que hará un ejercicio de faquir y se batirá con el Manchester City, escaldado el curso anterior al caer en la fase de grupos y actual campeón de la Premier con una chequera de lo más generosa y futbolistas universales como Silva, Nasri, Balotelli y Agüero. El problema es que aguarda turno el Borussia Dortmund, doble campeón de Alemania, de juego tan alegre como letal, con jóvenes ambiciosos como Hummels, Lewandoski, Reus y Götze. En la rebotica queda el Ajax, viejo conocido del equipo de José Mourinho porque es la tercera vez consecutiva que se encuentran en esta fase.

La final se disputará en el nuevo estadio de Wembley el 25 de mayo

Todo lo contrario le ocurrió al Barça, aliado con la suerte en Montecarlo. “A mí me huele a fútbol, a historia”, resolvió Andoni Zubizarreta, director deportivo azulgrana, reacio a dar el grupo como asequible. Pero lo es, con el Benfica, fuerte en Portugal e irregular en Europa, plagado de conocidos como Aimar, Javi García, Nolito y Rodrigo. También están el Spartak de Moscú, con Unai Emery, duelo con trampa en tierras rusas por el frío, y el Celtic, destensado en lo competitivo porque el Rangers está perdido en las divisiones inferiores por un castigo económico.

Peor le fue al Valencia, encuadrado con el Bayern, que le trae a la memoria la final perdida a penaltis en 2001. Es un equipo poderoso, reforzado con Javi Martínez, azuzado por Robben y Ribéry y punteado por Mario Gómez. El Lille ha perdido a estrellas como Hazard, pero cuenta con Kalou y Pedretti. Mejor respiró el Málaga, que se las verá con el siempre peligroso Milan, débil en la zaga, pero abrasivo en la delantera (Robinho, Pazzini, Pato y Bojan), y con el raquítico Anderlecht, fiado a Biglia en el eje. Y resta el Zenit, con dinero y nombres como Bruno Alves, Criscito, Danny, Zhirokov y Kerzakov, su rival para alcanzar los octavos.