El peor arranque liguero del Athletic

El rostro de Marcelo Bielsa, de cuclillas, abatido en la banda del Calderón por el daño que estaba infligiendo a su equipo Falcao con cada uno de sus bocados, era un poema. Pitó el colegiado el final, enfilaron trasquilados los jugadores del Athletic el túnel de vestuarios y el preparador argentino tomó la palabra en la sala de prensa. “Fuimos impotentes frente a la dimensión del rival”, aceptaba el técnico, con un tono que entremezclaba la monotonía y la desazón. Afligido por el severo correctivo encajado contra el Atlético (4-0). Cuestionado después por la repercusión que podía tener la goleada y el desastroso despegue bilbaíno este curso, fue conciso: “Un equipo que está dentro del ciclo que nosotros estamos, es imposible que no genere preocupación en los responsables”.

Y no es para menos. No tanto por los resultados, como por la forma y el ambiente que envuelve a Lezama en las últimas fechas, el Athletic vive esta temporada en permanente estado de convulsión. Cifras en la mano, el equipo vasco ha protagonizado el peor arranque liguero de toda su historia. Dos partidos, dos derrotas y nueve goles encajados. Tres a favor, dentro de la lógica en otra circunstancia. Ahora no. Cayó con estrépito en la primera jornada ante el Betis, que sacudió San Mamés con una manita (3-5) pese a que el Athletic tiró de bravura y se revolvió antes de que su rival le apuntillase. Ayer, la imagen fue mucho peor. Descompuesto, entregado a la capacidad perforadora de Falcao y sin el más mínimo atisbo de insurrección, el cuadro vizcaíno recibió una tunda que le sitúa en el pozo de la tabla y a Bielsa, de nuevo, en el disparadero.

No carbura el Athletic, que se tomó un respiro ante el tierno Helsinki (6-0), pero acumula los peores registros en un estreno en la Liga. Hay que rebobinar 31 años, hasta la temporada 1980-1981, para hallar un inicio tan negativo. Aquella temporada, con Helmut Senekowitsch en el banquillo, los leones cayeron por 0-1 contra el Zaragoza, en casa, y fueron zarandeados en la segunda jornada por el Real Madrid, que le endosó un 7-1 en el Bernabéu. La derrota supuso la destitución inmediata del entrenador austriaco. También fue espinoso el comienzo de campaña en 1948, cuando los bilbaínos pasaron como un rodillo sobre el Valladolid en La Catedral, pero se llevaron una bofetada una semana después ante el Sevilla (6-0).

El curso pasado, el Athletic solo logró dos puntos en las cinco primeras jornadas y no venció hasta la sexta

Saltan las alarmas en Ibaigane, aunque no pierde la calma Bielsa, al que se le resiste el pistoletazo inicial desde que aterrizase en Bilbao. El año pasado, el Athletic no pasó del empate ante el Rayo (1-1) en la primera jornada; sucumbió después ante el Espanyol (2-1), el Betis (2-3) y el Málaga (1-0); no pudo tampoco con el Villarreal (1-1) y tuvo que esperar hasta la sexta cita del calendario para rubricar su primera victoria. Eso sí, en un escenario como Anoeta, frente a la Real Sociedad (1-2). Como consuelo, el argentino se puede tomar como referencia el arranque de otros homólogos como Juup Heynckes y Ernesto Valverde. En la 2002-2003, bajo las órdenes del alemán, el Athletic cayó ante la Real (4-2) y por 0-2 contra el Barça. Los rojiblancos no lograron vencer hasta la quinta jornada, frente al Recreativo. Con El Txingurri, en la 2003-2004, perdieron 0-1 ante el Barça y 2-0 en Riazor.

Se le acumulan, no obstante, los problemas a Bielsa. Tras caer en las dos finales que disputó su equipo en su primer año en el banquillo de San Mamés (Liga Europa y Copa del Rey, ante el Atlético (3-0) y el Barça (3-0) respetivamente), amagó con abandonar el club tras un pulso con el presidente, Josu Urrutia, derivado de una gresca con el arquitecto encargado de remodelar las instalaciones de Lezama. Más reciente, Fernando Llorente y Javi Martínez han solicitado abandonar el Athletic y han desparecido de las convocatorias. “Los resultados obtenidos y la merma de producción no se justifican señalando la ausencia del grupo de futbolistas que en este momento no están participando”, aducía anoche Bielsa, cuyo equipo no logra alzar el vuelo.