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El Málaga paga su bajón físico

El Mallorca sabe aguardar su oportunidad en La Rosaleda, aunque se deja igualar

Sebastián Fernández dispara a puerta ante Navarro y Aouate.Foto: sogecable | Vídeo: JORGE GUERRERO

El Málaga y el Mallorca se repartieron con justicia los puntos en un partido en el que el equipo balear demostró tener bien estudiado al andaluz, rescatado por su cantera, un tesoro de dimensiones todavía no exploradas en esta época de vacas flacas. Como había previsto Caparrós y como ya ocurrió contra el Panathinaikos, tras una primera mitad de dominio absoluto, los malaguistas se desinflaron físicamente en la segunda y sus líneas comenzaron a separarse y en el minuto 67, con la defensa local desintegrada, Hemed cabeceó a la red un pase medido de Nsue.

El gol en contra tuvo un efecto de aguijonazo en los jugadores de Pellegrini. Dirigidos por un Isco excelso, se volcaron sobre la puerta de Aouate. El canterano Juanmi, recién ingresado, aprovechó un pase del joven Portillo y batió al israelí. El resto del partido fue un acoso tan constante como improductivo hasta la una menos diez de la madrugada, cuando el árbitro debutante Gil Manzano pitó el final previa expulsión de Eliseu por agresión.

MÁLAGA, 1 – MALLORCA, 1

Málaga: Caballero; Sergio Sánchez, Demichelis, Weligton, Monreal; Camacho, Duda; Portillo, Isco (Joaquín, m. 81), Buonanotte (Juanmi, m. 68); y Seba (Eliseu, m. 68). No utilizados: Kameni; Gámez, Toulalan y Maresca.

Mallorca: Aouate; Ximo, Nunes, Bigas, Antonio López; Nsue (Took, m. 77), Pina, Javi Márquez (João Victor, m. 60), Pereira; Casadesús y Hemed (Alfaro, m. 80). No utilizados: Calatayud; Geromel, Kevin y Martí.

Goles: 0-1. M. 67. Hemed, de cabeza. 1-1. M. 76. Juanmi, oportuno.

Árbitro: Gil Manzano. Amonestó a Javi Márquez, Demichelis, Pina y Aouate. Expulsó con tarjeta roja directa a Eliseu (m. 88).

Unos 22.000 espectadores en La Rosaleda.

En la primera parte del partido del sueño, el Málaga ejerció un control sordo y constante, aunque sin apabullar. Pese a jugar sin seis titulares, reservados para la Champions, probó tener cada vez más interiorizado el juego de toque y avance rápido que imparte Pellegrini. Los locales se instalaron con comodidad entre la línea media y las cercanías del área, con Camacho como bisagra e Isco, Buonanotte y Portillo emboscados por delante de Javi Márquez y Pina.

El peligro del Málaga llegaba por el centro, con algún tiro lejano de Monreal, y por la banda izquierda. El flanco derecho quedó inexplorado por la ausencia de Gámez y la alineación del más defensivo Sánchez. Mientras tanto, el Mallorca se dedicaba a achicar los espacios con disciplina de hierro y a esperar el habitual declive físico del Málaga. Solo un disparo de Hemed inquietó en el primer acto a la grada, muy nutrida pese a la hora.

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