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La Vuelta y la caja

Los ayuntamientos ven en la ronda una gran inversión en imagen que supera sus costes

El pelotón durante la cuarta etapa entre Barakaldo y Valdezcaray
El pelotón durante la cuarta etapa entre Barakaldo y ValdezcarayDANI SANCHEZ (DIARIO AS)

La Vuelta se mueve como Atlas, el gigante encargado de llevar el mundo sobre sus hombros. A cada paso, un micromundo se desplaza con ella. Más de 2.500 personas giran con ella; personas que comen, duermen, compran calcetines de recambio o un souvenir. La llegada a una ciudad es una promoción inimaginable. La señal de la carrera llega a más de 140 países. “Es una inversión en publicidad de gran impacto internacional, que un Ayuntamiento no podría asumir”, explica Alfonso Martín, concejal de Deportes de Toledo. Para ello, los Ayuntamientos, a veces ayudados por otras instituciones públicas o privadas, tienen que pagar por cada llegada, por cada meta volante.

Ese micromundo de ruedas, piñones y caravanas arrancó este año en Pamplona. Los cuatro días que la Vuelta estuvo en la capital supusieron un gasto de 990.000 euros; 194.000 pagados por el Ayuntamiento y el resto por la Comunidad. ¿Es rentable? Tras despedir al pelotón, las autoridades hicieron números. La Vuelta tiene una repercusión en Navarra de 6.370.000 euros, explicaron. La ocupación hotelera rondó el 97%, la hostelería ganó 350.000 y más de 80.000 en combustible quedaron en tierras navarras. Los datos parten de Unipublic, la organizadora de la Vuelta. Para la oposición, esa inversión es injustificable mientras se están haciendo recortes en servicios básicos. La Asociación de Hosteleros de Navarra, sin embargo, está de acuerdo con los datos de Unipublic, aunque apunta que la restauración no tuvo tantas ganancias debido a que el día del prólogo fue el más caluroso en Pamplona en 50 años.

Pontevedra acogerá la caravana cuatro días por unos 80.000 euros

La Vuelta se hospedará también cuatro días en Pontevedra: el día de la contrarreloj (29 de agosto) y durante las tres etapas que transcurrirá por las Rías Bajas. Miguel Anxo Fernández, alcalde de la ciudad, está orgulloso de su negociación: cuatro días por 80.000 euros; 20.000 menos que el año pasado. Cada Ayuntamiento negocia con Unipublic individualmente; y a veces gobiernos autonómicos hacen packs de etapas en sus zonas.

Pontevedra calcula que ingresará nueve euros por cada uno invertido y la ocupación hotelera será absoluta en la capital, con las poblaciones cercanas recogiendo el excedente. El Ayuntamiento se hará cargo del coste de la etapa; una contrarreloj que han diseñado “a capricho” según cuenta el alcalde, para mostrar los encantos turísticos de la ciudad. “Hemos querido repetir, y más contando este año con la presencia de Contador, lo que da más repercusión a la prueba”, explica Fernández.

Con coste cero para las arcas municipales fue la salida desde Barakaldo. Los 15.000 euros que vale serán subvencionados por el gobierno vasco. Barakaldo es una de las nueve salidas inéditas de este año. El consistorio no realizó gastos en seguridad —se encargó la Ertzaintza— o en limpieza, donde se usaron los recursos del Ayuntamiento.

Pero esta inversión no es tan clara para otros municipios. Talavera de la Reina todavía debe a Unipublic más de 50.000 euros. Para el concejal de Deportes talaverano, Javier Porras, la Vuelta no es rentable económicamente. “Las dos veces que vino costó 180.000 euros, y en la ciudad ha repercutido, como mucho 100.000” explica. El recorrido de esta Vuelta es sorprendente porque solo transcurre por el norte del país.

Atlas da sus pasos y recorre ciudades sedientas de gloria turística. Pero la profundidad de sus huellas tarda en notarse. De los seis millones que calcula recaudar Pamplona, cuatro y medio provienen de beneficios de su imagen turística.

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