Stoner correrá con pequeñas fracturas en el tobillo y desgarro de ligamentos

Casey Stoner salió por los aires, escupido por su Honda durante la sesión de clasificación del sábado en Indianápolis, y él mismo se percató inmediatamente de que se había hecho daño: “Es la primera vez en toda mi carrera en que no he podido levantarme y salir por mi propio pie después de una caída. Tenía un terrible dolor en el pie y al poco el tobillo volvió a su sitio, supe que me había roto algo”. No se equivocó. Sufre pequeñas fracturas en el tobillo derecho: algunos huesos astillados, una fractura de diez milímetros en la cúpula del talón, justo por debajo de la tibia y el peroné; además de múltiples contusiones y desgarro de los ligamentos del tobillo.

Tras una primera inspección en el centro médico del circuito la misma tarde del accidente, Stoner fue trasladado al Hospital Methodist de Indianápolis, donde se le practicaron más pruebas y se pudo conocer el alcance real de la lesión, que no se dio a conocer hasta la madrugada, una vez recibió el alta médica a medianoche. Nada más llegar al circuito esta mañana de domingo, el australiano regresó a la clínica. Necesitaba el visto bueno de los médicos del campeonato para correr. Y lo tuvo. Mientras tanto, Alpinestars le preparaba una bota especial, más ancha, para que su pie, hinchado, encajara mejor que en una bota tradicional; y que, además, facilitara su colocación.

“Estoy decepcionado, sentía que tenía un buen paquete para pelear por la pole y una gran oportunidad de lograr la victoria”, señalaba el piloto a través del último comunicado de Honda. El australiano corre la sesión de calentamiento y, salvo que no pueda resistir el dolor, participará también en la carrera (20.00). Sabe que Pedrosa y Lorenzo no perdonan. Sabe que se juega el título.