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Sorprendentes y sorprendidos

Los deportes de equipo españoles han pasado por fiascos, éxitos y calamidades

Ramon Besa
Los jugadores de España despiden a Ivan Pérez, que ayer disputó su último partido con la selección.
Los jugadores de España despiden a Ivan Pérez, que ayer disputó su último partido con la selección.Julio Cortez (AP)

Los deportes de equipo españoles han tenido un comportamiento sorprendente en Londres. Los aparentemente más fiables han protagonizado actuaciones decepcionantes mientras que los menos reconocidos, abanderados por las mujeres, han alcanzado el podio.

El mayor fiasco ha sido el del fútbol, incapaz de marcar un gol contra Japón, Honduras y Marruecos, falto de juego, perspectiva y humildad, circunstancia que penaliza en la federación, que decidió no renovar el contrato del seleccionador Luis Milla. “Una lástima, porque el equipo, en caso de haber ganado hoy, iba para medalla”, llegó a decir el técnico después de la segunda derrota, en Newcastle. Milla se equivocó con la lista de convocados, saturada de jugadores fuera de forma, por defecto o por exceso, y tampoco atinó a plantear bien los partidos ni a corregir al equipo en la cancha. La ausencia por lesión de Thiago tuvo un efecto dominó y, pese a contar con una nómina parecida, España nunca recordó a la selección campeona de Europa sub-21.

La evolución

Fútbol: Después de la plata de Sidney, hace 12 años, España no jugó ni en Atenas ni en Pekín, y en Londres ha sido eliminada en primera ronda.

Balonmano: Bronce en Atlanta, Sidney y Pekín, la selección masculina volvió a caer en cuartos, como en Atenas. La selección femenina, con su bronce, logra su mejor resultado en tres participaciones.

Waterpolo: Sexta la selección masculina, no logra una medalla desde el oro de Sidney. Este deporte recordará Londres por la plata de las chicas en sus primeros Juegos.

Hockey: El equipo masculino, sexto en estos Juegos, no ha podido repetir la plata de Pekín. La selección femenina no llegó a clasificarse en esta ocasión.

El fútbol casa mal con el olimpismo. Un caso contrario es el del waterpolo. Al equipo masculino, oro en Atlanta 96 y plata en Barcelona 92, le faltó seguramente carácter y tiro, un mejor comportamiento en las jugadas de superioridad, para igualar al menos el quinto puesto de Pekín. Acabó sexto después de ser goleado por Hungría en la retirada de Iván Pérez, autor del último gol del partido (8-14). Le avala por el contrario su excelente partido contra la campeona Croacia, jornada en que los árbitros le privaron del empate al no conceder un gol legal del boya cubano. El femenino, en cambio, se ganó la medalla de plata en su estreno olímpico después de una trayectoria espectacular ante equipos como China, Hungría y Estados Unidos, finalmente campeona.

El juego versátil y alegre de las jóvenes chicas de Miki Oca —su media de edad es de 26 años— enganchó a los aficionados desde el inicio hasta el final. También fue muy agradecido el equipo de balonmano femenino, más veterano (sexto en Atenas 2004) y que aprovechó prácticamente su última oportunidad para alcanzar el bronce con un épico partido de dos prórrogas contra Corea del Sur, resuelto en última instancia por la portero suplente, Mihaela Ciobanu, de 39 años, que detuvo hasta cuatro penaltis.

No tuvo la misma suerte el equipo masculino, bronce en Pekín 2008 y eliminado en los cuartos de final de Londres por un gol en el último segundo del francés Accambry. Perdedores también por la mínima contra Dinamarca, los muchachos de Valero Rivera jugaron a rachas, a veces magníficamente, faltos siempre de lanzamiento exterior, víctimas de los detalles y eliminados por el que ha sido el campeón: Francia.

El fútbol, sin victorias ni goles, le ha costado el puesto al seleccionador, Luis Milla

Ningún equipo, en cualquier caso, sufrió el rosario de calamidades que afectó al de hockey hierba masculino, diezmado por las lesiones en los dos primeros partidos de sus figuras, los delanteros Santi Freixa y Pol Amat, y eliminado en el último partido de la fase de clasificación por los anfitriones después de un escandaloso arbitraje: los colegiados se desdijeron por dos veces de sus decisiones cuando ya no se podía utilizar el vídeo. La sexta plaza final, de todas maneras, expresa su irregularidad y su regresión en cuanto a resultados desde la salida de Maurits Hendriks y su medalla de plata en Pekín.

La actuación de los colegiados no exime de ninguna manera a varios de los equipos españoles de revisar sus planteamientos olímpicos de cara al futuro, no solo por necesidades del marcador sino también de evolución del juego y mejor optimización de los escasos recursos.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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