_
_
_
_

El duro examen de repesca

Varios medallistas de bronce explican cómo afrontar el último partido tras haber caído con la final a la vuelta de la esquina

Javier Lafuente
Macarena Aguilar, durante el partido ante Montenegro.
Macarena Aguilar, durante el partido ante Montenegro.SRDJAN SUKI (EFE)

Dice Jorge Dueñas que sus jugadoras saben sobreponerse a las adversidades. Hoy ante Corea del Sur (18.00) tendrán una oportunidad de demostrarlo tras caer ante Montenegro en un partido muy impreciso de sus pupilas. De conseguirlo, culminarán una participación ya histórica, con el mejor puesto en unos Juegos del equipo femenino, e igualarán el mayor logro de un conjunto de balonmano, la medalla de bronce, que los chicos han conseguido colgarse en tres ocasiones.

“Han perdido un asalto, no el combate”, asegura Rafael Guijosa, medallista en Atlanta y en Sidney, para quien hay ciertas similitudes entre lo que está viviendo la selección femenina y lo que le tocó pasar a él aquel verano de 1996. Entonces, la selección que dirigía el hoy presidente de la Federación, Juan de Dios Román, cayó estrepitosamente en semifinales ante Suecia (20-25), en un partido en el que no tuvieron ninguna opción, un factor que, en opinión del extremo, acaba siendo ventajoso para afrontar el tercer y cuarto puesto. “Aunque no era la misma ronda, no es lo mismo caer como han caído los chicos, en el último segundo de un encuentro muy reñido, que en un partido en el aunque lo intentes hasta el final en la cabeza ves como se te está yendo”.

Es inevitable darle vueltas a qué deberías haber hecho" Enric Masip, bronce en Sidney

Superar la cruzada que disputa cada uno con su cerebro entre el final del último partido y el comienzo de la lucha por el bronce tiene que ser clave. “Es inevitable darle vueltas a qué deberías haber hecho, buscar explicaciones a algo que ha podido ocurrir en un momento concreto, pero que ya no tiene solución”, comenta Enric Masip, también medallista, en Sidney, uno de los líderes de la probablemente mejor generación española masculina, que se topó con la brutal Suecia, que también les apeó del oro con contundencia (32-25).

Una cosa es pasar página, mirar hacia adelante, y otra hacer como que no ha pasado nada. “No hay que olvidarse de lo que pasó contra Montenegro, se perdió la identidad y tienen que recuperarla, es un último esfuerzo”, apunta Juan Carlos Pastor, seleccionador español en Pekín, donde España se llevó su tercera medalla olímpica. Recuperar ese marca de la casa que brilló por su ausencia en semifinales. “Es un grupo que trabaja para el prójimo, en el que nadie destaca, deben salir a jugar sin ninguna presión más que la de existe ya de por sí”, opina Masip.

Se perdió la identidad y tienen que recuperarla, es un último esfuerzo” Juan Carlos Pastor, seleccionador en Pekín

La suerte de los cruces ha querido que España se juegue la medalla contra Corea del Sur, su primer rival del torneo, con quien sufrió, el primer gran día de competición, una derrota a partir de la cual la selección creció y creció. “Es bueno jugar contra las asiáticas, pero hay que trabajar muy bien el vídeo, en ese caso tienes más opciones tú de dar la sorpresa”, explica Pastor. “A priori, deben estar más tocadas, porque debían ver en la final, pero es un equipazo”, asegura Guijosa, quien añade: “Ellas son favoritas porque ya nos han ganado, pero si les hacemos ver pronto que les podemos quitar el bronce, las vamos a meter miedo”.

Tanto Guijosa, como Talant Dujshebaev, que también estuvo en aquel equipo que se colgó la primera medalla del balonmano español, aseguran que la parte psicológica, en este grupo ya armado, esa que falló ante las montenegrinas, será clave: “No tienen nada que perder”, dice Guijosa. “No se dan cuenta de lo que están consiguiendo”, concede Dujshebaev. “Ya han hecho historia”, recalcan los dos. Juan Carlos Pastor, por su parte, pide un último arreón, no debe considerarse una final de consolación el tercer y cuarto puesto. Más bien un examen de repesca, en el que aún hay opción de colgarse un metal al cuello. “Tienen que pensar que unos Juegos son cada cuatro años, que no solo tiene que estar un país, tienes que estar tú, puede ser tu último partido olímpico, es algo que hay que tener presente. Ante Montenegro se retrocedió un paso, pero la medalla de bronce supone dar tres adelante, tienen que ir a la clausura con una sonrisa”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_