El ‘delito’del novio nazi
La expulsión de la remera Nadja Dyrgalla provoca un debate ético en Alemania
Los fantasmas del nazismo han llegado a Londres. La atleta alemana Nadja Dyrgalla, integrante del equipo femenino de remo, decidió poner fin el pasado viernes a su participación en los Juegos Olímpicos tras una fuerte polémica propiciada por sus vínculos con un miembro de la ultraderecha germana. La deportista mantiene una relación de pareja con Michael Fischer, ex candidato oficial del Partido Nacional Demócrata de Alemania (NPD) al parlamento del estado Mecklemburgo-Pomerania Occidental. El Ministerio del Interior de esta región confirmó en una rueda de prensa lo que hasta entonces era solo un rumor que circulaba por internet: “Nadja mantenía contactos con integrantes ultraderechistas”.
La remera, acorralada y conmocionada por todo el escándalo se ha apresurado a marcar distancia con el político neonazi. “Fue algo que empezó de forma repentina. Cuando nos conocimos hace cinco años no se interesaba por la política. El punto culminante fue cuando entró en el NPD y se hizo candidato. Nuestra relación sufrió mucho por eso y en muchas discusiones le dije que no compartía su opinión ni la respaldaba”, declaró en una emotiva entrevista a la DPA. La joven de 23 años quiso dejar bien claro que no ha tenido “ninguna relación con su círculo de amigos ni con ese ambiente”. Ha recordado que su novio se desafilió en mayo del partido, decisión en la ella ha “tenido algo que ver”.
La noticia ha provocado en los medios y en las redes sociales alemanas todo tipo de debates a favor y en contra de Dyrgalla. La espiral de opinión en torno a si se ha respetado la libertad ideológica de la atleta o ante una presunta violación de su derecho a la intimidad ha llegado a la esfera política. “¿Tienen que hacerse públicos los círculos de amigos de los deportistas? ¿Tenemos que esperar de ellos que nos digan de quiénes son amigos y qué es lo que piensan? ¿Dónde están realmente los límites? Yo creo que ya se han sobrepasado con este tema. No estamos en una instrucción de sumario”, declaró el Ministro de Defensa alemán, Thomas de Maiziere.
Políticos y redes sociales se preguntan si no se ha violado el derecho a la intimidad
En la misma línea se ha expresado el jefe de la delegación germana en Londres 2012, Michael Vesper: “Por suerte en Alemania prima la regla de que cada uno es responsable de sus propios actos, pero no por los ajenos. Sería injusto juzgar a las personas por su entorno”. Algunos políticos como Peter Ricker, portavoz de Die Linke (La Izquierda) denuncia que lo de Dyrgalla era un secreto a voces. “Su caso era conocido por todos. Ahora intentan lavarse las manos a costa de ella”.
La conveniencia o no de dejar participar a una deportista en unos Juegos ha sido motivo de análisis por parte del historiador alemán en la escuela de Colonia Ansgar Molzberger. En una entrevista a la Deutsche Welle ha recordado que el Comité Olímpico Internacional (COI) en unos de sus párrafos prohíbe toda forma de discriminación. La pregunta ahora es “si los valores olímpicos se pueden corresponder en el caso de que alguien tenga una relación con una persona que contradice precisamente esos valores”. El historiador admite “que eso es difícil de juzgar jurídicamente”.
Esta no ha sido la primera vez que Nadja ve cómo sus sueños se hacen trizas a causa de su noviazgo con el ultraderechista. La joven había estudiado para funcionaria de policía y no se incorporó al cuerpo policial de la ciudad porque sus superiores dudaron de su lealtad por su relación con Fischer. Reconoce que le costó mucho dejarlo porque estaba renunciando a un futuro seguro.
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