De nuevo rico a duros ajustes
Tras dos años de grandes gastos, el Málaga que había diseñado el jeque comienza a desintegrarse
El esplendor del Málaga del jeque Abdullah al Thani tuvo su eclosión cuando hace apenas un año abordó el fichaje de Santi Cazorla tras pagar 20 millones de euros al contado al Villarreal. Una inversión de 58 millones en 10 adquisiciones alimentó las expectativas de un equipo que realizó una campaña histórica al alcanzar la cuarta plaza, con derecho a disputar la previa de la Liga de Campeones. El ambiente de euforia que se ha vivido durante año y medio en la capital andaluza ha virado por completo en tan solo unos meses. Se estima que el jeque, que nunca vivió el día a día del club, ha realizado una inversión de 200 millones, quizás algo inferior por los impagos acumulados a jugadores, empleados, otros clubes y Hacienda. Villarreal y Osasuna han denunciado al Málaga ante la Liga de Fútbol Profesional por la deuda en el IVA del traspaso del centrocampista Santi Cazorla y de un plazo del traspaso del defensa Ignacio Monreal, mientras pesa otra denuncia del River Plate ante la FIFA por el impago de un plazo del traspaso del delantero argentino Diego Buonanotte.
Se estima que el jeque, que nunca vivió el día a día del club, ha realizado una inversión de 200 millones
El jeque, que no ha informado todavía a la afición del Málaga, ha puesto fin a la época de dispendios. Las razones no han sido explicadas y tan solo un escueto comunicado hecho público la semana pasada ofrece alguna luz: “El Málaga Club de Fútbol ha comenzado un proceso de reestructuración interno en el seno de la entidad para adaptarse a los estándares del Fair Play financiero, con la intención de garantizar la autosuficiencia y sostenibilidad de la entidad”. En la práctica, lo que se está produciendo es un desmoronamiento de la estructura de la entidad. La venta de Cazorla para conseguir liquidez ha sido la primera decisión tomada por los rectores. La salida del director deportivo, Antonio Fernández, la segunda. La tercera, la venta del delantero Rondón al Rubin Kazan por 10 millones de euros.
Los agentes de los futbolistas más importantes llegan a La Rosaleda y allí se les dice que el club no puede seguir pagando sus altas fichas y que la salvación del club para afrontar los pagos depende de sus ventas. Mathijsen, Joaquín y Eliseu pueden ser los próximos en salir. La remodelación podría afectar incluso al entrenador, Manuel Pellegrini, cuyo salario tampoco puede permitirse este nuevo Málaga.
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