“Por la tarde íbamos a los ‘karts”

Hay una foto: Ferrer y Kiko, los dos de rodillas sobre el césped del Camp Nou, la noche del 8 de agosto de 1992, cada uno abriendo los brazos hacia el otro y con las palmas de la mano hacia arriba. Kiko (“he sido yo, Chapi, he sido yo”) acaba de marcar el tanto de la victoria ante Polonia (3-2) en el minuto 90 y el gol suma un oro olímpico a la Eurocopa de 1964. Tras ellos aparecen López y Abelardo Fernández (Gijón, 1970), el dorsal 10 de aquella selección española, central bigoleador en los Juegos y autor del empate a uno la noche de Barcelona, en la que el equipo nacional de fútbol, 16 años antes de la de Viena, se colgó el oro.

¡No creo que Ferrer haya sacado más córners! Le pilló cerca y era el último minuto"

Pregunta. ¿Lo recuerda?

Respuesta. Fue un saque de esquina en el que el balón salió rechazado. Después de unos rebotes, le quedó a Kiko...

P. ¿Recuerda que Ferrer sacara algún córner más?

R. ¡No creo! Le pilló cerca y era el último minuto. ¡Tiene una efectividad del 100%!

P. Marcaron varios defensas en aquellos Juegos. Además de usted, Berges y Solozábal. Pero el gol más importante, el suyo en la final, ¿no?

R. Tal vez, sí. Era una jugada que teníamos ensayada. Yo amagaba con ir hacia adelante y me fui al segundo palo. Guardiola la puso muy bien.

P. ¿Se sabe la fecha?

R. Jolín, pues no. Ahí me pilla. Puede que sea el 11 o el 12 de agosto, ¿no?

P. Jugaron en Valencia, alejados de la Villa Olímpica…

No era como ahora: no había móviles, redes sociales, casi ni videojuegos..."

R. Sí. Tal vez habría sido mejor haber convivido con los demás deportistas, pero no fue una cosa que echásemos de menos porque estábamos concentrados y había un gran grupo. Estuvimos dos o tres semanas en Cervera de Pisuerga (Palencia) y luego prácticamente un mes en Valencia. Y no era como ahora: no había móviles, redes sociales, casi ni videojuegos... Así que jugábamos a las cartas. Recuerdo que había tardes que íbamos a los karts.

P. ¿Han vuelto a verse?

R. Sí. Celebramos el 15º aniversario en Madrid. ¡Fuimos todos! No faltaron ni entrenadores ni jugadores. Luego se montó un partido contra un equipo de niños que iba a competir en el extranjero.

P. ¿Quién estaba más en forma?

R. ¡Eso habría que verlo! Hay gente que coge un poco de peso... Yo intento mantenerme bien, pero pasan los años.

P. ¿Cómo ha cambiado usted?

R. Lo primero, en el físico (ríe). Tenía bastante pelo...

P. ¿Dónde guarda la medalla?

R. La tengo en casa, bien guardada, pero no en un sitio especial.

P. Ahora, ¿dónde está? ¿A qué se dedica?

R. Entreno al Sporting B, pero me pilla en la playa porque tuvimos el día libre. Y, cuando aquí hace un día de sol, ¡hay que aprovecharlo!