Serena, bañada en oro
La estadounidense, que machacó a Sharapova en la final individual (6-0 y 6-1), se lleva junto a su hermana Venus el oro en dobles tras vencer a las checas (6-4 y 6-4)
Dos reinas para un solo trono. Serena Williams y Sharapova no solo se jugaban el oro olímpico, que no es poco. El Golden Slam (cuatro grandes y la medalla de oro en unos Juegos) y un pedazo de historia iban también en el lote de premios. Hasta el momento, Steffi Graf era la única tenista que logró dicho título al ganar el primer metal en Seúl 1988, año en el que ganó todos los grandes. Williams partía como favorita y cumplió. Machacó a Sharapova (6-0, 6-1), ganó su primer oro olímpico individual (ya había ganado en dobles con su hermana Venus en Sidney 2000 y Pekín 2008), su tercera medalla en unos Juegos y el Golden Slam, tras realizar una competición olímpica impecable en la que no cedió ningún set.
Con un contundente 2-0 empezó Williams el encuentro contra Sharapova, que no reaccionó hasta el tercer juego. Entonces pareció que reaccionaba y se adelantó con un 30-0, pero su ventaja fue tan efímera que pareció un espejismo, porque el juego también se lo acabó llevando la estadounidense. La tenista siberiana miraba al cielo desesperada. Williams demostraba en cada golpe el buen estado de forma en el que se encuentra, dando a entender que su racha sin perder un solo set en los Juegos no iba a terminar nunca.
Steffi Graf fue la primera tenista que logró el Golden Slam el oro en Seúl 1988, año en el que ganó todos los grandes.
Maria Sharapova seguía sin encontrarse, abrumada por la contundencia y facilidad con la que Williams devolvía cada golpe y ejecutaba cada saque. Haciendo honor a su nombre, la estadounidense no perdió la concentración cuando la rusa inició la remontada en un cuarto juego que tampoco se pudo llevar. Lo volvió a intentar en el quinto, consiguiendo que Williams por fin empezase a sudar. Pero la actual campeona de Wimbledon enseguida cortó la racha de Sharapova. Agarrotada por la impotencia, la rusa no acertaba a devolver la pelota y dejó que la norteamericana se llevase el primer set 6-0, con su cuenta de sets perdidos intacta.
Una Williams incontestable y una Sharapova descentrada y nerviosa siguieron con el guion marcado hasta un 3-0 a favor de la estadounidense. Y por fin, Sharapova despertó y estrenó su marcador con su primer juego, aunque la aplastante superioridad de Willliams hizo que el 3-1 pareciera más una cortesía de la estadounidense que mérito de la rusa. Intentó firmar un segundo juego, pero la sed de oro de Williams seguía siendo mayor y le dejó claro a la siberiana que si nunca tuvo muchas opciones de hacerse con la victoria, ahora tendría menos. Así Sharapova finalizó sus primeros Juegos con una valiosa plata, y Serena se bañó en oro. Tanto le gustó, que junto a su hermana Venus volvió a saborear ese descanso dorado tras imponerse a las checas Andrea Hlavackova y Lucie Hradecka (6-4 y 6-4). Con esta nueva victoria las hermanas estadounidenses se convierten junto a la española Conchita Martínez en las únicas tenistas que han logrado medalla en tres juegos consecutivos.
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