De canterano del Chelsea a campeón mundial júnior de 100m
En apenas año y medio, Adam Gemili ha dejado el fútbol para convertirse en la gran promesa de la velocidad británica
Hasta hace un año, Adam Gemili soñaba con ser futbolista. Pero, de pronto, de forma tan natural como sorprendente, pasó de correr sobre el césped a hacerlo en el tartán. Canterano del Chelsea desde los 15 años, Gemili (Londres, 1993) era un veloz lateral diestro que aspiraba a comerse a zancadas los 103 metros de la banda de Stamford Bridge con el equipo de Abramovich. Sin embargo, mientras completaba su formación con varias cesiones en equipos de las categorías inferiores británicas, el atletismo se cruzó en su vida y sin dejar de correr cambio el rumbo de su destino.
Con mucho margen de mejora a sus 18 años, ya le llamaban El Correcaminos y, observando sus condiciones y su portentoso físico, uno de sus técnicos en el Thurrock, de la Tercera División inglesa, le animó a probar suerte en alguna prueba de velocidad. “Técnicamente se defendía bien y tácticamente estaba empezando a entender el juego, pero su virtud principal evidentemente era su extrema rapidez. Cubría sin agobios toda la banda en defensa y en ataque con una zancada prodigiosa. Tenía condiciones para haber hecho carrera como futbolista pero creo que ha elegido la dirección correcta”, contaba Wayne Burnett en la BBC. Atendió el consejo y, en abril de 2011, sin haber completado ningún entrenamiento serio, se presentó en Kingston (Jamaica) para competir con los mejores en los 100 y los 200 metros de uno de los lustrosos mítines del calendario atlético. Para asombro de todos, en la primera distancia aquel chico desconocido corrió por debajo de los 11 segundos: 10,80s. “Se podía ver que estaba muy nervioso, ¡era su primera carrera! Pero compitió sin complejos y el talento natural hizo el resto. Había llegado al atletismo para quedarse”, explicó Patrick Calnan, mánager de su equipo.
Además de correr los 100 y 200m, integrará la posta británica del 4x100
“Jugaré al fútbol durante el año y en verano me dedicaré a los entrenamientos de atletismo. Puedo compaginar las dos cosas sin que se interfieran pero mi pasión es el fútbol”, reconocía por aquel entonces Gemili, resistiéndose a las presiones que le recomendaban colgar las botas y calzarse las zapatillas. Sin embargo, sus progresos desmentían su orden de prioridades y le abocaban a un cruce de caminos. El pasado mes de enero se decidió por fin a atender los ruegos de la federación británica de atletismo para que se dedicara de lleno y en exclusiva a pulir sus cualidades como velocista.
Poco después de calzarse las zapatillas de clavos, se clasificó, con un tiempo de 10,45s, para los Europeos Junior que se disputaron en Tallín (Estonia), donde ganó la medalla de plata en la categoría reina, los 100 metros. La siguiente meta pasaba por hacer un buen papel en los Mundiales Junior de Barcelona.
Gemili corrió los trials británicos con el objetivo de preparar su cita en España y acabó segundo por detrás de Dwain Chambers, pero su éxito llegó en un mitin en Regensburg (Alemania), donde pocos días después corrió los 100 metros en 10,08s firmando la mejor segunda marca europea del año, solo por detrás del francés Lamaitre (10,04s). “Esa noche no pude dormir. Fue una ilusión enorme hacerlo bien tan pronto y llegar a esa marca. Estaba atónito, encantado por lo que había conseguido”, señalaba Gemili, que comenzaba a sentirse atleta.
“Se tiene que tomar estos resultados como un premio no como un objetivo”, le aconsejaba Michael Afilaka, exvelocista y su actual entrenador. Pero sus progresos eran meteóricos. Y el mes pasado llegaron por fin los Mundiales Júnior. Gemili voló sobre el tartán del Estadio Olímpico de Barcelona para detener el cronómetro en 10,05s, mejor marca personal y récord en la historia de los campeonatos. El británico se quedó a una centésima de igualar la mejor marca europea absoluta del año, en poder de Lemaitre.
Tiene condiciones para ser uno de los grandes sprinters de todos los tiempos” Tyson Gay
Los británicos dispararon la euforia en víspera de los Juegos, pero su entrenador se dedicó a rebajar el optimismo. “No tenemos que quemarle. Si lo lanzamos a las llamas de los Juegos y se quema es posible que nunca le recuperemos. La competencia es brutal. No es que sea un chico joven, es que es un novato para el atletismo” reflexionaba Afilaka que explicó a los medios el trabajo que tenía por delante para pulir un talento en bruto “con una horrenda técnica para el atletismo”, que conservaba muchos gestos, movimientos y mecánicas de futbolista. Lo que era hasta hace 16 meses.
Ahora en Londres, Gemili medirá su potencia ante uno de elencos de estrellas de la velocidad más grandes de la historia con Usain Bolt, Yohan Blake, Asafa Powell, Tyson Gay y Justin Gatlin. Además de correr los 100 y 200m, integrará la posta británica del 4x100. “Lo que le he visto hacer en los últimos tres meses es excepcional. Muy pronto correrá por debajo de los 10 segundos”, señala Darren Campbell, velocista británico (plata en Sidney 200 en los 200m y oro en Atenas 2004 en el relevo 4x100). “Tiene condiciones para ser uno de los grandes sprinters de todos los tiempos”, afirma Tyson Gay.
Sin embargo y a pesar de su juventud, el currículum de otros prodigios precoces mete prisa a Gemili. Yohan Blake, el hombre más rápido en 2012, ganó el bronce en los 100m de los Mundiales júnior de 2006 en Pekín con 10,42s a los 16 años. Al año siguiente marcó el tiempo más rápido por un velocista jamaicano júnior en los 100m con 10,11s. Y Usain Bolt, plusmarquista de 100m y 200m, se convirtió en el campeón más joven de un Mundial Júnior al ganar los 200m en 2002 -con un tiempo de 20,61s- con 15 años. Gemili tendrá que correr mucho para emularles. Justo lo que mejor sabe hacer. Su primera reválida será en su casa. “No quiero obsesionarme. Se trata de aprovechar la experiencia, disfrutar y aprender”, sentencia El Correcaminos.
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