“A mi hijo le gusta hasta el fútbol, y mira que me duele”
Medallista de oro por equipos en tiro con arco, Juan Carlos Holgado recuerda que llegó a irse de un cine “por el revuelo de la gente”
Antes de Barcelona, el tiro con arco español en la categoría individual estaba a la cola del mundo. En esos Juegos se demostró que ahí seguía. Los tres arqueros españoles ni siquiera quedaron entre los 30 primeros. Pero juntos, en la competición por equipos, ganaron el oro. Según Juan Carlos Holgado (Dierdorf, Alemania, 1968, de padres españoles) ocurrió por la innovación que supuso dejar el individualismo tan arraigado a un lado y compensarse entre ellos, ser capaces de cambiar el orden de tiro dependiendo de cómo se encontrase cada uno ese día.
Pregunta. Una sorpresa aquella medalla.
Respuesta. Nosotros sabíamos que íbamos preparados, habíamos entrenado unos tres años con el técnico Sidoruk... Todo fue rápido: ganar a los finlandeses por dos puntos, entrevistas, controles... Y a las dos de la mañana, cenando una hamburguesa en la Rambla.
P. Y llegó la fama.
La fama tampoco duró mucho. A los tres meses ya solo me reconocían en casa”
R. Recuerdo tener que irme de un cine por el revuelo y que la gente me señalaba, pero tampoco duró mucho. A los tres meses ya solo me reconocían en mi casa.
P. ¿A qué se dedicó después?
R. Fui seleccionador nacional en los Juegos de Atlanta 1996 y de Sidney 2000, pero no conseguimos ni un diploma. Ahora soy director de eventos en la Federación Internacional de Tiro con Arco, entre otros cargos relacionados con ese mundo.
P. ¿Dónde vive?
R. Mi casa está en Lausana, Suiza, pero yo vivo en aeropuertos. Viajo más de 200 días al año, siempre con un arco y flechas. Ahora tengo menos complicaciones con el arco que cuando competía gracias a mi acreditación. Es curioso, me da más problemas la raqueta de tenis.
P. ¿Mantiene el contacto con el equipo?
R. No mucho; Alfonso Menéndez vive en Gijón y Antonio Vázquez en Ibiza. Le he visto en alguna competición, pero no regularmente.
P. ¿Dónde está la medalla?
R. En un cuadro en el salón de casa. Cuando uno está cansado la ve y piensa que las cosas merecen la pena.
P. ¿Alguien de su familia se dedica al tiro con arco?
R. Mi padre y mi hermano tiraban. Mi hijo ha probado, pero intento que se decida por el tenis o el golf, que le sacará de más apuros. Hasta el fútbol le gusta, y mira que me duele.
P. ¿Dónde está ahora?
R. En los Juegos de Londres, esperando que comience la competición femenina, a punto de comerme un sándwich. Acaba de competir Elías Cuesta, que ha quedado el 41 [en la clasificación].
P. ¿Cuándo lanzó su última flecha?
R. Ayer por la tarde. Me entreno un par de veces por semana por salud mental. En mi trabajo estoy constantemente en el futuro, y disparar flechas me obliga a estar en el presente. Es como una siesta: 30 o 40 flechas y mi mente se centra.
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