El increíble sueño de Ernie Els

Fue precisamente con su putter escoba, el palo con el que había rozado la gloria en el Open Británico, con el que Adam Scott perdió la oportunidad de ganar su primer grande al cometer cuatro bogeys en los cuatro últimos hoyos, cuando la Jarra de Plata estaba ya siendo cincelada con su nombre. El inmenso dolor del australiano se convirtió en el mismo segundo en la inesperada felicidad del sudafricano Ernie Els, el superviviente y triunfador de una jornada en que a muchos jugadores les tembló el pulso.

Els ha conseguido así su cuarto grande, después del Abierto de Estados Unidos de 1994 y de 1997, y del Open de 2002, hace un decenio. Y vuelve a lo más alto el golfista que fue número uno mundial hasta que Tiger Woods accedió al trono. Els no necesitó una tarjeta espectacular en la última ronda (dos bajo par) para levantar la Jarra, sino más bien le sirvió con que Adam Scott se marchara a cinco sobre par, Brandt Snedeker a +4, y Tiger Woods a +3. Ante tanta dimisión, el sereno Els cumplió con su regularidad y firmó 68, tras una marcha de 67, 70 y 68 en los tres primeros días. El público celebró la vuelta de Big Easy, un golfista muy querido en el circuito, admirado por su fundación de golf en Sudáfrica y por su ayuda a la investigación del autismo, que padece su hijo. “Ha sido inolvidable”, ha dicho Els, que dedicó el triunfo al expresidente Nelson Mandela, que esta semana cumplió 94 años. Sostenía en el discurso una hoja garabateado pocos minutos antes. “Mucha gente me apoyaba, aunque no sé si realmente creían en mi victoria”.

Els no necesitó una gran tarjeta en la última ronda (-2) para levantar la Jarra; le sirvió con que Scott se marchara a cinco sobre par,  Snedeker a +4 y Woods a +3

Els celebró su cuarto grande y Scott se quedó sin la gloria del primero. “Seguro que ganará alguno”, sugirió el sudafricano; “lo siento mucho porque es un buen amigo mío”. Después de 46 majors disputados y de ocho clasificaciones entre los 10 primeros, Scott sigue la maldición de su compañero de quinta Sergio García (32 años), a quien todavía no ha sonreído la fortuna de los campeones. Ni siquiera le sirvió contar con los veteranos consejos de Butch Harmon, el técnico que esculpió a Tiger Woods, y de su antiguo caddie, con el que el californiano había ganado 13 de sus 14 grandes. Sus cuatro bogeys finales serán recordados como la marca de una derrota que tardará mucho en olvidarse.

El triunfo de Els aumenta a 16 el número de ganadores consecutivos diferentes de un grande, síntoma de que el golf está más abierto que nunca. Tiger acabó tercero, a cuatro golpes de la cabeza, mientras que Jiménez remó una vez más hasta un meritorio nuevo puesto con una estupenda tarjeta final de tres bajo par, la mejor del día en Royal Lytham.

Clasificación final: 1. Ernie Els (Sud), 273, siete bajo par. 2. Adam Scott (Aus), 274. 3. Brandt Snedeker (EEUU), 277. Tiger Woods (EEUU), 277. 5. Graeme McDowell (Irl.N.), 278. Luke Donald (Ing), 278. 9. Miguel Ángel Jiménez, 280. 45. Pablo Larrazábal, 286. 54. Gonzalo Fernández-Castaño, 287. 81. Rafael Cabrera-Bello, 294.