Royal Lytham, el aparcamiento de Seve

“¡Me he llevado un disgusto. El aparcamiento lo han puesto ahora fuera de los límites, y nos han estropeado la historia!”. El gaditano Álvaro Quirós, uno de los siete españoles que compiten desde este jueves en el Open Británico, llegó esta semana al campo de Royal Lytham & St. Annes buscando el famoso aparcamiento desde el que Severiano Ballesteros golpeó la bola en el hoyo 16 en la edición de 1979 para conseguir un magnífico birdie y abrochar su primer grande. Pero el párking ya no está donde antes y Quirós y el resto de españoles se han quedado sin poder revivir la historia de la primera Jarra de Plata del genio cántabro.

1979: el campeón del aparcamiento. Seve era un joven rebelde de 22 años que a punto había estado de ganar el Open tres años antes. Cuando llegó a Royal Lytham, el argentino Roberto de Vicenzo le aconsejó cómo jugar los links. “Pega largo, duro. Así tendrás más fácil llegar a bandera”, le dijo. Y aunque empezó con 73 golpes, dos sobre par, Seve, cabezota, mantuvo el plan. Así sumó cuatro birdies en los cinco últimos hoyos de la segunda ronda, con el viento de cara. “Probablemente fue este resultado el que dio un giro decisivo en el torneo y, quién sabe, si también en mi vida”, dijo después Ballesteros.

Seve jugaba junto a Hale Irwin, quien hablaba de la suerte del joven español. Tras él acechaba Jack Nicklaus. En la salida del hoyo 16 en el último día, Seve tenía dos golpes de ventaja. Y se dijo: “Llegó el momento. Voy a ganar el Open Británico”. Tan henchido estaba de confianza que en lugar de atacar los 300 metros del par cuatro con un hierro eligió el driver… y se fue al aparcamiento. Ahí salió a relucir el genio y, a 90 metros de la bandera, sacó la bola para luego lograr un birdie. Seve tenía el Open en sus manos. Lo ganó con uno bajo par, tres golpes de ventaja sobre Nicklaus y Creenshaw. Era “el campeón del aparcamiento”, como le llamó Irwin.

Con 22 años, tres meses y tres días, Ballesteros se convirtió en el campeón más joven del Open en el siglo XX; y en el primer europeo no británico en ganar desde el francés Arnaud Massy en 1907. Era su primer Open, su primer grande, y lo celebró con sus tres hermanos. “Pero no me impresionó como otros pudieran pensar”, comentó años después; “en mi fuero interno tenía la convicción de que era algo que, tarde o temprano, iba a conseguir”. Todo cambió en Royal Lytham 1979. “Había ganado el Open Británico, pero yo quería algo más que ganar un torneo importante; quería ganarlo todo y ser un gran campeón”.

Clasificación final: 1. S. Ballesteros, 283 golpes. 2. J. Nicklaus (EEUU) y B. Creenshaw (EEUU), 286. 4. M. James (Ing), 287. 5. R. Davis (Aus), 288.

1988: su vuelta “más grande”. Hacía cuatro años que Seve no ganaba un grande y necesitaba recuperar su sitio entre los mejores, ante la pujanza de Sandy Lyle, Bernhard Langer y Nick Faldo. Seve jugaba el último partido con Faldo y con Nick Price, y este llevaba dos golpes de ventaja al inicio de la ronda final. Ballesteros, pese a todo, era un mar de calma. “No recuerdo, en situación de ganar un grande, haber estado tan relajado como lo estuve en el Open Británico del 88”, comentó Seve.

Y de nuevo se vio en el hoyo 16, el del birdie del aparcamiento, luchando por un grande. Así lo recordó Seve: “Continuábamos empatados en cabeza. Fue en ese momento cuando me dije que tenía que hacer algo especial. Arriesgar y dar un golpe formidable. Así fue como decidí partir la calle en dos con un buen golpe de salida para utilizar después el hierro 9”. El invento le valió un birdie y un golpe de ventaja, suficiente para tocar otra vez el cielo. Era un lunes, puesto que el torneo se aplazó por el mal tiempo del sábado. Seve acabó con 65 golpes. “Fue la vuelta más grande de mi carrera”. Y su quinto y último major. Fue también la primera vez que Carmen Botín le acompañó en un torneo. En noviembre se casaron.

Clasificación final: 1. S. Ballesteros, 273. 2. N. Price (Zim), 275. 3. N. Faldo (Ing), 279. 4. G. Koch (EEUU) y. F. Couples (EEUU), 281.