McLaren no se aclara

Tras un arranque de temporada fulgurante, McLaren atraviesa por un momento delicado, un bache en toda regla que, de no remediarse, podría apartar de la lucha por el Mundial a la escudería de Woking en tres o cuatro grandes premios. Eso supondría un tremendo castañazo de uno de los equipos que históricamente mejor evoluciona sus monoplazas a lo largo del año. La contundencia con la que Jenson Button se impuso en Australia y su segunda posición en China, tercera parada del calendario, así como el trío de podios que Lewis Hamilton logró en las tres primeras citas, auguraban un primer tramo de Mundial de color eminentemente plateado, un dominio que fue más bien puntual, casi efímero.

A las puertas del ecuador del calendario, Button figura en las catacumbas de la tabla (es octavo, a 79 puntos de Fernando Alonso), mientras que su compañero, líder del certamen al ganar en Canadá (10 de junio), es el cuarto a 37 puntos del español. Errores en las paradas en los talleres en algunos casos (Bahréin y Valencia), y en la elección de la estrategia, en otros, han lastrado al corredor de Tewin, que no ha ocultado su desencanto ahora que, además, está negociando la renovación de su contrato con la escudería que le ha visto crecer. Mientras los problemas de Button se centran básicamente en encontrar una puesta a punto adecuada del MP4/27 que le permita rozar los límites del monoplaza, a Hamilton se lo llevan los demonios porque él sí que se encuentra más o menos a gusto cuando sale a la pista.

Button es octavo, a 79 puntos de Fernando Alonso, mientras que su compañero Hamilton es el cuarto, a 37 puntos del español

Para hacer frente a tanta convulsión, en McLaren se han apurado en salir en defensa de su bólido, argumentando que no hay ningún elemento técnico en concreto que falle, sino que más bien se trata de una cuestión de configuración y de adaptación a cada circuito. “No es que mires el coche y creas que es un desastre. Una vez más, la historia se limita a tratar de sacarle el máximo partido en un momento dado”, explica Paddy Lowe, el director técnico del constructor.

El domingo pasado, en Silverstone, Hamilton arrancó el octavo, se pasó la carrera adelantando a otros monoplazas y cruzó la meta en la misma posición que ocupó al inicio. En el fragor de la batalla, el campeón del mundo de 2008 cuestionó por la radio la estrategia que diseñaron para él en relación a los neumáticos. “Es sorprendente ver que llegué a circular al frente y que el prototipo no iba nada mal, y que al final terminé el octavo”, lamentó el corredor ese mismo domingo. “El rendimiento del coche con la pista mojada fue muy bueno, y tu no puedes conseguir ese nivel de competitividad si no tienes carga aerodinámica. La que nos está constando encontrar es la constancia”, detalla el ingeniero.

“Esto es una carrera de desarrollo a lo largo del año. La competencia ha colocado muchas mejoras en el último mes y es evidente que nosotros hicimos lo mismo en Silverstone. Tenemos un gran programa de evoluciones para las dos próximas pruebas, justo antes de vacaciones. Hungría es un buen sitio para ganar. Un equipo de F-1 es tan bueno como el resultado de la última carrera, ¿no es así”, remacha Lowe.