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El ejemplo del banquillo

Del Bosque elogia la conducta de los que no juegan, en especial de Reina y Valdés: "Son fundamentales para que el grupo funcione"

El banquillo de la selección, ante Irlanda.
El banquillo de la selección, ante Irlanda.ALEJANDRO RUESGA

En un mundo de egos desmesurados, basta mirar al banquillo de la selección española para encontrar conductas que remiten al valor del grupo, de la humildad y que, sin pretenderlo, justifican por sí solos los éxitos de la selección en los últimos cuatro años. “Motivar a los que no juegan es un problema de todas las selecciones”, afirma Del Bosque. “Contamos con 23 jugadores y es imposible contar con todos solo en dos partidos. Cada uno tiene que buscar su papel. La competición te reserva un papel en cada partido y los que no han jugado hasta ahora deben estar preparados porque a lo mejor son muy importantes en un próximo partido. Lo que rodea al equipo, aquellos que están en el banquillo, son muy importantes para que el equipo sea un buen grupo. Son más importantes de lo que parece”.

“De los 23 cualquiera podría ser titular. Yo podría quedarme en el banquillo perfectamente y si jugaran Reina o Valdés no pasaría nada”, dice Casillas, consciente como es el capitán del mérito de sus compañeros, de la grandeza de la conducta de jugadores como Albiol, Juanfran, Mata, Negredo, Llorente y Pedrito, que como los porteros no han debutado aun, o Javi Martínez y Cazorla que han jugado minutos. “No puedes pensar que estás de vacaciones. ¿Quién te dice a ti que no le tocará entrar en la final a uno que no ha jugado? Todos podemos ser decisivos en el campo y todos somos importantes fuera. Por eso somos un equipo”, sostiene Albiol. “Siempre he dicho que es un privilegio el sólo hecho de estar aquí. Tenemos que aportar entre todos. Si es desde dentro del campo mucho mejor y si no, intentar aportar desde afuera, que es lo que siempre hemos hecho”.

Tenemos  23 jugadores y es imposible contar con todos solo en dos partidos. Cada uno tiene que buscar su papel"

“Tienes un papel que jugar en el equipo. Te entrenas y vives con el grupo, eres uno más. El resto, jugar el partido es cosa del seleccionador”, explica Reina, 25 partidos en la selección y suplente de Casillas. Como lo es Valdés, cinco veces Zamora, los dos casos más paradigmáticos de La Roja en este Europeo, como ya lo fueron en el Mundial. “Son el mejor ejemplo. Tienen un comportamiento exquisito”, reconoce Del Bosque. Si todo va bien, ellos dos no jugaran un minuto y lo saben. Es más, casi desean que así sea: será buena señal. Son la humildad hecha futbolista. “Los que no juegan son más importantes de lo que la gente piensa”. Son suplentes y viven como si fueran titulares.

Los 12 suplentes de España contra Irlanda suman más títulos las alineaciones titulares del resto de las selecciones, según publicó ayer el diario Marca. Pero su grandeza es otra. Basta con el ejemplo de Pedrito, que está trabajando muchos días como lateral en los entrenamientos para comprender de qué pasta están hechos los suplentes de La Roja. Si en otros equipos afloran los celos, en Gniewino no existen. Pura entrega, puro sacrificio, y listos para lo que haga falta, como advierte Albiol, de todos los jugadores, el que menos minutos ha jugado este año en su club. “Nos gustaría jugar más, pero sabemos que es complicado, solo pueden jugar 14 y no es fácil. Nuestra obligación es estar preparados para cualquier cosa. Tienes que estar listo para lo que se necesite en un momento dado, es tu obligación”.

Así lo entiende el seleccionador. “Motivar a los que no juegan es un problema de todas las selecciones, pero no hago nada especial para estimularles, no tengo varita mágica, sale de ellos buscar su papel, estar preparados porque a lo mejor son muy importantes en un próximo partido. “Nos ayudan a que nuestro grupo sea mucho mejor. Gracias a ellos el grupo funciona bien”, asegura Del Bosque.

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