La cabeza fría de Rooney
Tras su sanción, el delantero inglés dice que ha aprendido a controlarse
Roy Hodgson saluda a los fotógrafos y a los periodistas que toman notas en la grada nada más salir al estadio del Sucche Stawy de Cracovia, un campo de un club de Segunda División B reconstruido por la Federación Inglesa de Fútbol para la estadía de su selección durante la Eurocopa. Arrecia la lluvia y el seleccionador inglés se incorpora feliz y contento a la cabeza del grupo de futbolistas que inician el ensayo a ritmo de carrera continua. No abandona su contagiosa sonrisa y las cosas se suceden con naturalidad, de manera fluida, sin forzar la situación.
“Nos sentimos más relajados. Ayuda, obviamente, que el cuerpo técnico sea inglés. No necesitamos aguardar a que se nos traduzcan las órdenes y a nosotros también nos resulta más fácil hacernos entender”, corrobora Wayne Rooney en una declaración comprometedora para el exseleccionador Fabio Capello. Rooney comparece por vez primera en conferencia de prensa, dispuesto a reaparecer mañana ante Ucrania tras cumplir una sanción de dos partidos por agredir a un rival de Montenegro en la fase clasificatoria.
“Ya no se pierden palabras por las traducciones como en el Mundial de 2010”, prosigue el delantero del Manchester United; “hay buena comunicación”. Rooney pensó que no sería convocado para la Eurocopa cuando fue castigado con tres partidos, pena que después de redujo a dos, y de ahí que le esté muy agradecido a Hodgson. El técnico ha anunciado incluso que Rooney jugará contra Ucrania “porque es un jugador especial”. A cambio, el delantero se ha comprometido a tener “la cabeza fría”.
No tengo problemas con mi actitud ni con mi temperamento. Me siento relajado”
“Yo cometí un error, me arrepentí, me excusé ante el agredido y ha he pagado”, insistió. “Me he controlado durante la temporada y me siento preparado para volver a jugar. No tengo problemas con mi actitud ni temperamento. Me siento relajado”. “Además”, remachó, “me resulta más fácil jugar los partidos que mirarlos como hasta ahora desde la grada porque no puedes hacer nada para intervenir. Estoy a punto e impaciente para saltar al campo”.
La duda está en saber a quién dejará Rooney en el banquillo, una decisión difícil para Hodgson, “porque los que han jugado hasta el momento lo han hecho estupendamente bien”. La prensa inglesa habla incluso de los Wonder Boys (los chicos maravilla) para referirse a los delanteros ingleses. Oxlade-Chamberlain estuvo participativo ante Francia y en el encuentro contra Suecia los tres puntas resultaron decisivos: Carroll marcó un gol, Welbeck resolvió el partido con un taconazo y Walcott fue de nuevo el “chico revulsivo”.
“Los que han venido actuando han estado soberbios”, concluyó Rooney, “pero yo también quiero ayudar. Necesitamos los tres puntos”. Inglaterra aspira de una vez por todas a disputar el podio del torneo después de caer en cuartos en la Eurocopa 2004 y no clasificarse en la de 2008. Y Rooney, ahora con la cabeza más fría y más descansado desde que no hay que traducir a Capello, se siente listo para debutar en el torneo después de dos partidos en la grada por sanción.
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