El Glasgow Rangers, liquidado
El rechazo de Hacienda al convenio de acreedores obligará a refundar el club
El Glasgow Rangers ha dejado de ser el Glasgow Rangers para convertirse en algo parecido. Pero no será lo mismo: ahora será el Rangers Football Club. El club lleva braceando contra los efectos del concurso de acreedores desde el pasado mes de febrero y parece que se quedará en la orilla. El cambio de denominación es uno de los efectos de la falta de acuerdo entre los acreedores en su reunión del jueves, pero hay más: los bienes del club serán liquidados y el equipo podría descender a la Tercera División escocesa, aunque esto no ha sido decidido. Un final triste para un equipo centenario y sin cuya rivalidad con el vecino, el Celtic, difícilmente puede entenderse toda una liga, la escocesa.
La reunión mantenida en el Ibrox Stadium fracasó porque el acreedor principal, que no es otro que el fisco británico (o, por su nombre completo, el Servicio de Aduanas e Impuestos de su Majestad), se negó a aceptar la propuesta de convenio formulada por los dueños del club el pasado 29 de mayo. El rechazo de Hacienda, a la que el Rangers debe 26 millones de euros (21 millones de libras) ha provocado que Charles Green, un empresario escocés al frente de un consorcio, haya anunciado por la tarde la compra de los activos del club y su transmisión a una nueva estructura societaria “con efecto inmediato”. Green también anunció que ya había presentado la nueva sociedad para su inscripción en la Federación Escocesa. Sin embargo, The Guardian asegura en su página web que otro empresario escocés, Walter Smith, habría entrado en la puja con una oferta superior, con idéntica intención de establecer un nuevo club a partir de los activos de la liquidación del histórico Glasgow Rangers.
Pese a los intentos por mantener el vínculo con el Glasgow Rangers, a pocos se escapa que la decisión es un varapalo para los seguidores. Ni siquiera los actuales administradores, un despacho de abogados y consultores designados por el Juzgado, ocultaron la desilusión por la falta de acuerdo que aboca al club a la desaparición. “La decisión de los acreedores ha sido una decepción muy grande para los seguidores del Rangers, y no era la solución que pretendíamos”, dicen en un comunicado publicado en la web del club. Sin embargo, ofrecen una vía de consuelo: “Debemos dejar claro que el Rangers continuará con una nueva estructura y el club sobrevivirá y continuará jugando al fútbol en Ibrox”. Será parecido, pero no será lo mismo.
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