Centros como caramelos y 12 goles de cabeza
En esta edición se han marcado ya casi tantos con la testa como en otras campañas completas
“Hay una imagen preciosa en el primer gol de esta Eurocopa, el de Lewandoski a Grecia. Se ve cómo el centro de Blasczykowski, por el efecto que lleva, se va alejando del portero griego. Es un centro maravilloso, de los de toda la vida en carrera. Es el centrador que más me gusta de este campeonato”, analiza Míchel, uno de los mejores centradores de banda derecha que ha dado el fútbol español en toda su historia.
En lo que va de Eurocopa los goles de cabeza se están dando con una frecuencia anormal (12). En las tres últimas ediciones completas hubo 15, 18 y 14, respectivamente. “Para que haya tantos goles de cabeza, tiene que haber buenos centros desde la banda. Para que el balón coja la rosca hay que cerrar el tobillo y golpear con el tronco como si fueras a seguir corriendo hacia la valla de fondo, el cuerpo, luego, se gira solo. No es una verdad absoluta, pero al menos, a mí me salía así”, prosigue Míchel. “También se están marcando bastantes goles de cabeza a balón parado porque los centros cumplen con las condiciones necesarias, van muy tocados y tensos, el balón tiene que llegar con fuerza al rematador”, apostilla Milinko Pantic, que fue un reconocido especialista en asistir desde el banderín de córner o en las faltas laterales.
De los 33 goles que se han marcado, 15 provienen de centros desde los laterales. “El de Nani ante Dinamarca en el gol de Hélder Postiga fue un centro atrás muy bueno”, apunta Radomir Antic. “Se llega mucho por las bandas porque los equipos están jugando en 30 metros y es una opción para desatascar y buscar vías de ataque”, remarca Pantic. “Buenos centradores ha habido siempre”, destaca Paco Buyo, que ve en la “casualidad” las razones de tantos goles de cabeza, aunque también ha visto algunos fallos en los porteros: “La estrategia se trabaja cada día más, está habiendo muchos centros de rosca cerrados que con un simple desvío es gol. Quizá en algunos de esos centros ves que los porteros se se están quedando en la línea y no salen. El gol de Dzagoev ante Polonia, con uno de esos centros cerrados, estuvo muy mal defendido”.
“Los centros son buenos, pero en goles como el de Pepe a Dinamarca o los de Shevchenko los centrales se dejan anticipar. Es un concepto fundamental, casi como en la vida, no puede dejarte rebasar por detrás”, matiza Antic. “En esta primera fase está faltando intensidad defensiva. En las áreas se está defendiendo mal y en esos centros tan bueno, tanto los que se dan por el centro, como los interiores que dio Scheweinsteiger ante Holanda o Arshavin ante Croacia, los pasadores han tenido mucho tiempo para pensar. Esos jugadores, con esa calidad, es normal que centren tan bien y tan preciso. No se aprieta demasiado y hay muchos espacio entre líneas”.
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