Hummels no vende humo

Mats Hummels (Bergich Gladbach, 1988), hijo de una periodista deportiva de una emisora de radio de Múnich, domina los micrófonos como nadie en la selección alemana, pero por una vez se escabulló de la prensa, en la zona mixta del estadio Arena, de Lviv, después de haber ganado el pasado sábado por 1-0 a Portugal en el debut en la competición.

Estaba Hummels molesto por algunos artículos en los que se le criticaba porque, pese a ser el líder de la defensa del Borussia de Dortmund, no había logrado imponerse en la Nationalmannschaft. De hecho, su titularidad ante Portugal fue una sorpresa para los reporteros germanos. Pero si el seleccionador, Joachim Löw, quería que demostrara su elocuencia en el campo se salió con la suya porque lo hizo con creces.

Al verlo conducir el balón, es difícil saber si Hummels es un central diestro o zurdo, señal de que se maneja bien con las dos piernas y en las dos posiciones del centro de la defensa pese a sus 1,91 metros de estatura. Ante los atacantes lusos, proyectó anticipación y autoridad para sacar el balón en las mejores condiciones. Löw le pide no jugarlo tan en largo como suele hacerlo en el Dortmund, sino tocarlo en corto a los centrocampistas para masticar más las jugadas. Sorprende que Hummels fuera el único titular del Dortmund ante Portugal. La supremacía en los dos últimos años de su equipo en la Liga alemana no se ha traducido en una presencia significativa en la selección.

Líder de su equipo, necesita buscar su verdadero lugar en el vestuario de la selección

“Nosotros no nos enfrentamos ni al Hannover ni al Nürenberg”, dijo hace unos días Löw y muchos hinchas del Dortmund se dieron por aludidos. Hay un cierto rechazo del seleccionador a los jugadores procedentes del Borussia: primero, por el estilo, mucho más agresivo y directo por parte de su técnico, Jürgen Klopp; después, por la falta de experiencia internacional de la mayoría de los futbolistas, motivada por su juventud.

Esa teoría la abonó la pobre participación del Dortmund en la pasada edición de la Champions, en la que cayó eliminado a las primeras de cambio tras perder contra el Olympiacos, griego. Curiosamente, hay más titulares del Borussia en la selección de Polonia: Piszczek, Lewandowski y Blaszczykowski. En tierras polacas, el conjunto alemán es muy popular.

Aparte de Hummels, hay otros cuatro jugadores del Borussia entre los 23 elegidos por Löw: el lateral izquierdo Schmelzer (21 años), el volante Götze (20), el mediocentro de origen turco Gündogan (21) y el mediapunta Reus (23), fichado del Mönchengladbach. Todos, muy jóvenes: la media de edad de Alemania, de 24,5 años, es la más baja desde 1934.

A los 23 años y con una personalidad muy marcada, Hummels ejerce de líder y portavoz en el Dortmund desde hace un par de temporadas. En la selección, sin embargo, fue una sorpresa encontrarlo en el eje de la defensa cuando nadie lo intuía.

Es el único titular del Dortmund, al que no admira Löw por su fútbol directo

También dejó una huella en las categorías inferiores del Bayern Múnich, al que llegó a los seis años. Su padre, Hermann, exfutbolista profesional, fue coordinador de la escuela del club bávaro hasta ser sustituido por Stephan Beckenbauer, el hijo de Franz, en marzo de 2012. Hummels padre e hijo fueron expulsados, pues, del equipo muniqués. De lo que se arrepintieron poco después en el caso de Matt, tras haber permitido su marcha al Dortmund, con el que ha conseguido ganar dos veces la Bundesliga y una Copa de Alemania, que se suman a la Copa de la Liga que obtuvo con el propio Bayern.

Consolidado como una de las sensaciones de la Liga germana, Hummels apenas ha jugado 15 partidos en la selección tras haber debutado en mayo de 2010 (antes fue campeón europeo sub 21 en 2008): está buscando ocupar su espacio en el vestuario de la Nationalmannschaft, a la espera de que Löw le permita expresar su facundia y su jerarquía. No solo fuera, sino también dentro del rectángulo de juego.