Domingo ibérico en los Alpes
Moreno gana la última etapa de la Dauphiné de Wiggins ● Etapa y liderato para el portugués Rui Costa en la Vuelta a Suiza
Bradley Wiggins y su Sky solo han dejado las migajas de la Dauphiné y el hábil Dani Moreno, extraordinario olfato y medida de oportunista, que vive un momento de forma mágico, no se las dejó a nadie. El madrileño del Katusha ganó la última etapa, un final en repecho hasta el centro de Chatel, ciudad alpina en la frontera con Suiza, de la misma manera en que había ganado el martes en Saint Félicien la segunda, midiendo perfectamente el momento de su ataque y haciendo valer su velocidad. En Chatel, Moreno marcó de entrada la rueda de Evans, incandescente e incasable buscador de maneras de desestabilizar a Wiggins; luego, cuando Luis León, otro maestro del contrapié, uno que casi nunca yerra el disparo, lanzó su ataque a 200 metros, se pegó al murciano y lo superó con facilidad.
Unos kilómetros más al Este, en los Alpes del Jura, la Vuelta a Suiza visitaba la ascensión a Verbier, donde Fränk Schleck, el hermano mayor, intentó responder a los azotes de su director, Johan Bruyneel, con un ataque a lo Contador. En Verbier fue justamente donde hace tres años, Contador, entonces a las órdenes de Bruyneel, le dejó claro a Lance Armstrong y al resto del Tour quién era el más fuerte.
El mayor de los Schleck, a quien Bruyneel le dejó claro cuando se retiró del Giro inesperadamente que debería ganarse su plaza para el Tour, atacó como Contador, incluso desde más lejos, a seis kilómetros de la cima. A diferencia del español, que aumentó regularmente su ventaja sobre el pelotón durante la subida, Fränk no fue más allá de 30s, lo que significaba que los oportunistas del pelotón lo tenían controlado y esperaban su momento para ganar la etapa. Fue el más decidido de entre ellos, el portugués del Movistar Rui Costa, el único que cuando atacó, y lo hizo unas cuantas veces desde tres kilómetros de la meta, no miraba enseguida para atrás, el que finalmente dio alcance al pobre Fränk, ya paralizado en un eterno último kilómetro, a solo 250 metros de la meta y ganó la etapa. Tercero fue el navarro Mikel Nieve, quien no llegó a tiempo de alcanzar al corredor del RadioShack. Con la victoria, Costa logró además el maillot amarillo, con 8s en la general sobre Fränk y 23s sobre su líder designado, Alejandro Valverde.
“Estoy como nunca”, dijo Wiggins después de ganar su segundo Dauphiné consecutivo. "Contrarrelojeo mejor que nunca, subo mejor que nunca y tengo mejor equipo que nunca. Estoy preparado para el Tour”. Otros dos corredores del Sky, el resucitado australiano Rogers, segundo, y el keniano Froome, cuarto, ocuparon puestos de honor en una clasificación cuyo monocromismo solo lo rompió Cadel Evans, cuyo tercer puesto le impidió un récord, el de cinco veces segundo de la carrera de preparación al Tour.
Consulte aquí la clasificación general
- 1ª etapa: Durbridge gana el prólogo
- 2ª etapa: Demostración de Evans
- 3ª etapa: Moreno sorprende en Saint Félicien
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