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Dos eclipses parciales

Djokovic supera dos sets de desventaja ante Seppi y Federer uno frente a Goffin

Juan José Mateo
Novak Djokovic se estira para devolver la pelota durante su partido contra el italiano Andreas Seppi.
Novak Djokovic se estira para devolver la pelota durante su partido contra el italiano Andreas Seppi.Bernat Armangue (AP)

Camino de los cuartos de final de Roland Garros, los gestos lo dicen todo: el serbio Novak Djokovic escupe sobre la pista central mientras remonta dos sets de desventaja ante el italiano Andreas Seppi (4-6, 6-7, 6-3, 7-5 y 6-3 en 4h 18m) y el belga David Goffin dedica cuatro reverencias a la grada mientras se inclina (7-5, 5-7, 2-6 y 4-6) frente al ídolo de su infancia, el suizo Roger Federer.

“Tuve fortuna”, reconoce Nole, “pero gané luchando y estoy orgulloso de ello”

Fueron dos pulsos estrangulados por un día de perros. Djokovic, el número uno del tenis mundial, ahogado en la hemorragia de sus errores no forzados (75), penó peligrosamente bajo el cielo encapotado, los mordiscos del viento y el frío de la tarde. En tan triste escenario, Federer, que siempre piensa en su espalda cuando compite en un día húmedo, se dejó su tercer set en cuatro duelos en el torneo y se contentó con sobrevivir ante un desconocido. “Tuvo una gran oportunidad. Podría ser un gran campeón”, dijo de Goffin, el número 109, que llegó hasta los octavos tras haber perdido en la fase clasificatoria y ser rescatado debido a la lesión de otro jugador.

Fueron dos eclipses parciales y uno total. Las circunstancias climatológicas marcaron a fuego los partidos. “La cancha estaba muy lenta y resbaladiza”, dijo Djokovic para explicar sus malos apoyos y sus tiros desvaídos. “El viento me quitó la confianza”, confesó Federer para argumentar las razones de ese primer set perdido. “No me ayudó el clima”, se despidió la bielorrusa Victoria Azarenka, la número uno mundial, hundida tras perder (2-6 y 6-7) con la eslovaca Dominika Cibulkova. Para Seppi, Goffin y esta, que sufrieron lo mismo, el viento, el agua que goteaba del cemento de los graderíos y el frío, eso fue casi un regalo: las dificultades climatológicas igualaron los duelos en perjuicio de los favoritos. Para Djokovic y Federer, una prueba de carácter.

Djokovic celebra el pase a octavos de Roland Garros
Djokovic celebra el pase a octavos de Roland GarrosYOAN VALAT (EFE)

“Tuve fortuna”, reconoció Nole, tan corto de palabras en la sala de prensa como de juego sobre el albero. “Luché”, insistió el serbio, que concedió seis breaks al número 25. “Lo único positivo que puedo sacar de esto es que seguí creyendo en el triunfo después de perder el segundo set. Sentí que nada funcionaba con la excepción de mi servicio. No pude entrar en ritmo. Gané luchando. Estoy orgulloso de eso. No ha sido un buen día, pero he pasado de ronda: espero dar lo mejor de mí mismo en la siguiente”.

Al principio de mi carrera, no sé si habría sido capaz de salir de esta situación. Ahora tengo experiencia"

Djokovic habló de “orgullo”. Ahí donde le atacaron las preguntas, ¿por qué ese juego desdibujado?, ¿a qué achaca tantos fallos?, el serbio, en el fondo, se sintió reivindicado. Durante años se ganó fama de competidor voluble y poco seguro de sí mismo. Frente a las inclemencias meteorológicas o los brillos de los contrarios, concluyeron sus rivales, dimitía y por eso había firmado la nada despreciable cifra de 10 retiradas en su carrera. En 2011 nació un Djokovic nuevo. Uno que compite 4h 18m sobre tierra, como ante Seppi, y sale tan fresco. Uno que ha ganado los siete últimos partidos en los que ha debido apurar la quinta manga, incluida la fantástica final del Abierto de Australia de 2012 contra Rafael Nadal (5h 53m). Uno que ayer remontó dos sets de desventaja por tercera vez en su carrera y que ha llegado al número uno cambiando más cosas por dentro, en su interior, que por fuera, con la raqueta.

“Aprendí”, dijo ayer tras ganar con más corazón que tenis un partido en el que jugó mal y compitió bien. “Por eso estamos aquí. Al principio de mi carrera, no sé si habría sido capaz de salir de esta situación. Ahora tengo experiencia. El trabajo duro y la dedicación acaban teniendo su premio”, concluyó.

Octavos de final: HOMBRES: J. Martín del Potro (Arg.)-T. Berdych (R. Che.). J. Tsonga (Fra.)-S. Wawrinka (Sui.). MUJERES: S. Errani (Ita-S. Kuznetsova (Rus.): 6-0 y 7-5. A. Kerber (Ale.)-P. Martic (Cro.): 6-3 y 7-5.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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