Nagy no jugará con España

Fue él quien pidió la nacionalización. Laszlo Nagy quería volver a jugar bajo las órdenes de Valero Rivera, actual seleccionador de España, el técnico que le fue a buscar a Hungría cuando era una promesa. Acudir a los Juegos de Londres con un equipo con el que poder optar a una medalla. La Federación Española de Balonmano le echó una mano para agilizar los trámites. La comunión era perfecta. Pero todo se cruzó cuando el jugador decidió abandonar el Barcelona después de 12 años, probablemente a finales de esta temporada, y volver a Hungría. Ahora, el plazo para jurar la Constitución y solicitar el pasaporte ha concluido. Nagy ya no jugará con la selección española.

El magiar podría haber sido la guinda para la selección; además de la experiencia que podría aportar un jugador que ha ganado, entre otros títulos, dos Champions y tres Ligas (a la espera de una cuarta, que podrían certificar el sábado), que ha sido el capitán de uno de los mejores clubes del mundo, Nagy hubiese dotado al conjunto de un lanzamiento exterior del que históricamente ha carecido, en comparación a otras selecciones.

Todo se truncó cuando el pasado 2 de mayo se hizo oficial que el lateral abandonaría Barcelona y volvería a su país de nacimiento para jugar en el Vezsprem. La estratosférica ficha que tendrá –cobrará ocho millones de euros-, ante la que nada ha podido hacer el club azulgrana pese haberlo intentado, parece llevar implícito que el jugador retornará a la selección húngara, aunque su seleccionador, Lajos Mocsal, aún no ha decidido si lo convocará para la cita olímpica.

Se da la circunstancia de que Hungría podría medirse a España ya en la fase de grupos de los Juegos, cuyos enfrentamientos se conocerán mañana. El equipo de Rivera, que dará a conocer una preselección casi con toda seguridad el próximo lunes, esquivará en esa primera fase a Francia, actual campeona olímpica y mundial.