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El Superdepor de Segunda

Un año después del descenso, el conjunto gallego regresa a la élite con el récord de puntos (88) y una plantilla de muchos quilates

El Deportivo ha vuelto a Primera, después de solo un curso en Segunda, de regreso ya a la élite, después de remontar contra el Huesca (2-1). Es el triunfo de José Luis Oltra como técnico, de una plantilla de muchos quilates y gran presupuesto liderada por el alma de Valerón y otros veteranos, y del presidente, Augusto César Lendoiro. El deportivismo ha vuelto a las grandes alegrías, y la próxima temporada se codeará de nuevo con los grandes.

Hay algo en Lendoiro que remite al apostador, al jugador que después de tanto tiempo ya ha domado el riesgo y obtiene réditos moviéndose en los límites. Hace un año muchos creyeron verle palidecer en el palco de Riazor cuando, sin poder evitar que se le humedeciera la mirada, digería el primer descenso tras un cuarto de siglo al frente del Deportivo. Con una deuda reconocida lindante con los 100 millones de euros, y una deriva alarmante en la calidad del plantel, se especuló con el principio del fin de la epopeya blanquiazul. Pero Lendoiro, como los más habilidosos tahúres, guardaba varios ases.

El primero tenía que ver con el seguro de compensación al descenso, una contraprestación económica de un fondo común de los clubes por la que el presidente deportivista se fajó durante maratonianas reuniones con medio fútbol español y que le separó del punto de vista de Atlético, Sevilla o Villarreal, que entendían que suponía una claudicación ante los intereses de los dos grandes por obtener de las televisiones muchos más ingresos que el resto. Hoy, los castellonenses están en Segunda sin haberlo firmado. Y al Deportivo llegaron 10 millones de euros para salir en una categoría en la que el presupuesto total de 19 de sus rivales ni siquiera llegaba a esa cantidad.

Lendoiro intuyó que sin la gente no regresaría a Primera. Los precios de los abonos se rebajaron y se ofrecieron entradas a coste reducido para familiares o amigos

El dinero no es una cuestión menor en un club donde la mitad de cada euro que se ingresa se lo queda la Agencia Tributaria para enjugar deudas. Pero Lendoiro puso las fichas sobre la mesa y se la jugó a todo o nada. Intuyó además que sin la gente no regresaría a Primera. Los precios de los abonos se rebajaron y se ofrecieron además a los socios entradas a coste reducido para familiares o amigos. Cuando al poco de empezar la Liga el Deportivo recibió al Guadalajara un sábado a las cuatro de la tarde con el estadio tan lleno como en las mejores noches de la Liga de Campeones, Lendoiro supo que estaba en el camino de vuelta.

Faltaba el fútbol. Entre las primeras decisiones tras el trauma estuvo la de dar las riendas del equipo a José Luis Oltra, un joven técnico que las dos anteriores campañas había trabajado en sendos equipos que se fueron al descenso, Tenerife y Almería. Antes había subido a los canarios a Primera y se había quedado a las puertas con el Ciudad de Murcia. A Oltra le acompañaba un aura que Lendoiro considera un valor intrínseco al entorno. “En A Coruña gusta el fútbol de calidad. Sería difícil entender otra cosa cuando el hombre fuerte de la plantilla es Valerón”, espetó el presidente durante la presentación del entrenador. El mediapunta de 36 años había tenido una participación residual con Lotina en un equipo diseñado para contener y luchar por la permanencia. Con Oltra se ha convertido en referencia fuera y dentro del campo, donde ha dominado la categoría sin demasiado motor, pero con sabiduría y su mayor cuota goleadora en sus 11 años como deportivista.

Valerón se ha convertido en referencia fuera y dentro del campo, donde ha firmado su mayor cuota goleadora en 11 años como deportivista

Valerón era un as con el que se contaba. Otros parecía que estaban perdidos, pero Lendoiro también se los quedó porque aprovechó la tibieza del mercado para mantener la columna del equipo, jugadores como Aranzubia, Colotto, Guardado o Riki. No llegaron ofertas golosas por ellos, pero Lendoiro tampoco parecía muy proclive a atenderlas porque tenía claro que su apuesta era mantenerse un año en gastos de Primera. Y al cierre del mercado dejó un Ferrari ante la puerta de Oltra, una plantilla que solo en salarios superaba los 18 millones de euros, un club de 45 para competir contra rivales como Almería (11 millones), Valladolid (10,5) o Celta (9). El Deportivo gasta en pagar a sus futbolistas cuatro veces el presupuesto total que maneja el Alcorcón, justo el oponente que le mostró el pelaje de la competición. Fue en la sexta jornada cuando los jugadores sufrieron un aterrizaje traumático en la categoría, tres goles en el primer cuarto de hora en el arrabal madrileño del Prado de Santo Domingo. “Si entendemos lo que ha pasado nos vendrá bien”, diagnosticó Oltra. Pero 15 días después el equipo cayó en Alcoy y abrió un complicado mes de octubre con un empate en casa ante el Nástic y una nueva derrota en Cartagena. “Todavía no he tocado la tecla de competir bien”, asumió entonces el técnico.

La corrección se concretó de manera un tanto aleatoria. Oltra ha mostrado este año en A Coruña dos características: le cuesta hacer cambios en su once tipo, pero si llegado el momento un futbolista entra y responde se gana la continuidad. En cuanto golpearon las primeras sanciones por acumulación de amonestaciones fueron dos de las piezas más discutidas, el central Aythami y el centrocampista Jesús Vázquez, los primeros en tener una falta. Les suplieron Zé Castro y Juan Domínguez y, casualidad o no, el equipo mudó. Con ellos se encadenaron 11 jornadas sin derrota, 10 victorias y tres meses sin perder que dispararon al Deportivo en la tabla a pesar de que no dejó de sufrir para cerrar los partidos. Inabordable en Riazor, donde solo Hércules venció y Nástic y Valladolid empataron, se acostumbró a sacar los resultados por la mínima o a sentenciar muy al final. Pero también a ganar. Por eso ha subido a Primera y ya ha igualado el histórico récord de puntuación del Valladolid con 88 puntos, que puede batir el próximo fin de semana en su despedida de la categoría ante el Villarreal B.

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