El Caja Laboral golpea primero

El Madrid se metió en un laberinto y acabó perdido y atolondrado en el primer capítulo de su serie de semifinales ante el Caja Laboral. La pizarra de Ivanovic fue una emboscada insalvable para los de Laso, que sucumbieron ante el poderío de Lampe —21 puntos y 11 rebotes— y el apagón de su perímetro. El segundo tiempo fue una enredadera para el ataque madridista, que tras ocho partidos consecutivos superando la barrera de los 80 puntos, languideció con 71 en la que fue la segunda derrota de la temporada como local. El Caja Laboral dio el primer golpe de autoridad, mañana llegará la segunda entrega. Un sudoku apasionante.

Las caras de los jugadores antes del salto inicial reflejaban la mezcla de temple y esmero del que se dispone a cumplimentar una instancia tan pesada como ineludible. Condenados a encontrarse en las oposiciones al título, Madrid y Baskonia alternan éxitos y fracasos con la competitividad como denominador común. Los blancos han ganado seis eliminatorias y han perdido tres, incluidas las dos últimas, pero desde 1992 siempre que se encontraron con el conjunto vitoriano se llegó al límite, al último encuentro posible. El guion parece inalterable.

Con la perspectiva de una serie de intriga a cinco episodios, pero la intención de marcar el paso desde el comienzo del baile, Laso reclutó a todos sus hombres a las primeras de cambio. La intensa rotación blanca atajó el primer estirón del Caja Laboral (27-31) en el segundo cuarto y dio lustre a la puesta en escena del Madrid. Agarrados a la productividad de su juego interior —con Begic, Velickovic y Reyes hiperactivos bajo el aro propio y el del rival—, firmaron un 12-2 de parcial que les permitió alcanzar una renta de seis puntos (39-33, m. 18). Los 10 jugadores madridistas que habían pisado el parquet sumaban en positivo en su hoja de servicios luciendo repertorio. Mientras tanto, los de Ivanovic se amparaban en los puntos de Milko Bjelica y la batuta de Prigioni para aguantar el tirón. El argentino comenzó en el banquillo, pero le bastaron unos minutos para hacerse con el libro de instrucciones del partido. Experto en capear el temporal, el base aplicó cloroformo a las primeras carreras del Madrid a la espera de que Teletovic despertara de la siesta. Destemplado el bosnio, tomaron su relevo varios de los secundarios de lujo del Baskonia para culminar el asalto en el Palacio.

Mientras Carroll y Oleson empataban a la baja su batalla en el perímetro, con unos paupérrimos porcentajes desde la línea de 6,75 —dos de 16 para el Madrid (16%) y seis de 21 para el Caja Laboral (28%)—, el pulso se instaló en la pintura. Surgió impetuosa la figura de Lampe, que cerró el rebote defensivo y destapó lo mejor de su repertorio en ataque. El pívot polaco agigantó su figura, desbarató el trabajo del batallón madridista y destartaló la hoja de ruta de Laso. Su impulso sirvió al Caja Laboral para apretar las tuercas en defensa y afinar el acierto de los de Ivanovic.

Sin soluciones por fuera y maniatados en su intención de correr, los blancos se fueron apagando conforme se acercaba el tramo final. El marcador reflejaba un 67-67 a 4m 50s para la conclusión del partido, pero para entonces el Caja Laboral llegaba lanzado y el Madrid tambaleándose. Nemanja Bjelica, con 14 puntos, y San Emeterio, con 13, secundaron a Lampe y se convirtieron en el brazo ejecutor del Baskonia.

Incapaces de resolver el crucigrama, los blancos, que habían firmado 44 puntos al descanso, se estrellaron una y otra vez con el muro vitoriano. Los grilletes de Ivanovic surtieron efecto y el Madrid sumó unos inéditos 27 puntos en el segundo tiempo.