Button no se moja

A un campeonato tan disparatado como el de esta temporada, que ha colocado a cinco pilotos de cinco escuderías distintas en el lugar más elevado del podio en las cinco primeras paradas del calendario, solo faltaba llegar a Montecarlo, el escenario más impredecible del curso ya de por sí, y que se pusiera a llover. Eso es lo que ha ocurrido durante la mayor parte de la segunda sesión de ensayos del Gran Premio de Mónaco, liderada finalmente por Jenson Button, que aprovechó el último instante antes de que el cielo comenzara a descargar para ponerse al frente de la tabla de tiempos. Al británico de McLaren le ha seguido el francés Romain Grosjean, compañero de Kimi Raikkonen en Lotus, Felipe Massa y Fernando Alonso, ambos con Ferrari. El español, que por la mañana fue el más rápido por la montaña rusa de la capital monegasca, ha concluido a casi un segundo de Button, por más que, a diferencia de su rival, el español no colocó en su F2012 los compuestos más blandos.

En estas circunstancias, adivinar el orden de la parrilla de salida del sábado se convierte en algo parecido a una tirada de dados, por más que tanto McLaren como Lotus, debido al elevado índice de carga aerodinámica que generan sus prototipos, pueden afrontar la cronometrada con algo de ventaja. Habrá que ver también cómo se maneja Alonso, que afronta este tramo del curso con mucha más confianza debido al paso adelante que su monoplaza exhibió hace solo 15 días, en Montmeló, del mismo modo que habrá que tener un ojo puesto en Pastor Maldonado. El venezolano, que en el circuito barcelonés estrenó su casillero de victorias, es un especialista en este marco tan delicado. En su paso por las categorías inferiores que sirven de lanzadera hacia la F-1, el venezolano se ha impuesto aquí en tres ocasiones, tanto en World Series (2006) como en GP2 (2007 y 2009).

Con el asfalto empapado, los equipos han aprovechado para calzar los bólidos con neumáticos intermedios, con tal de comenzar a calibrarlos y anticipar, de esta forma, una hipotética cronometrada bajo la lluvia. En estos momentos, todas las previsiones apuntan hacia ese extremo. El agua puede convertirse en el último elemento alborotador de una temporada absolutamente explosiva.