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Wembley o la explosión del Barça

El equipo azulgrana despegó a partir de la Copa de Europa ganada hace 20 años

Ramon Besa
Guardiola y Stoichkov sujetan la Copa de Europa.
Guardiola y Stoichkov sujetan la Copa de Europa.AGUSTÍ CARBONELL

Asegura la leyenda que, cuando fue presentado como jugador del Barcelona, Kluivert se interesó por la sala de trofeos y, una vez situado ante la vitrina, preguntó: “¿Y las Copas de Europa”. Advertido de que solo estaba la ganada el 20 de mayo de 1992, en Wembley, el delantero replicó: “Me cuesta entender cómo un club tan conocido en el mundo solo tiene una”. La historia asegura también que el empleado que le acompañaba le respondió: “A nosotros nos pasa más o menos lo mismo que a vosotros los holandeses”.

Con los holandeses cambió la historia del Barcelona, una entidad muy popular en los años veinte y cincuenta del siglo pasado y, por contra, derrotista desde que el Madrid y L'Équipe organizaron la Copa de Europa. Hay un antes y un después de Di Stéfano. Imposible olvidar el pañuelo del romperredes Alcántara, el poema de Platko, la bota del home llagosta Samitier y la carrocería de Kubala. Tiempos del Barça de Les Cinc Copes y de mucha leyenda con la Copa Latina. Inaugurada la Copa de Europa, sin embargo, el fútbol europeo fue cosa del Madrid.

El ‘dream team’de Johan Cruyff revolucionó el fútbol y marcó la pauta

La mística del Barcelona aumentó en la misma proporción que menguaba la épica del equipo hasta que al banquillo llegó Michels y después Cruyff, y Van Gaal y Rijkaard. Aunque a Kluivert le pudiera parecer extraño que el Barça solo tuviera una Copa de Europa, aquel trofeo, alcanzado con un gol de su compatriota Koeman, significó un punto de inflexión en la historia azulgrana. El club dejó de montar la alineación a partir de la figura del momento y se entregó al colectivo. Ninguna obra tuvo más repercusión que la del dream team.

Ha sido Guardiola quien ha evocado la figura de Cruyff como capital para entender el despegue del Barcelona hasta coronarse como uno de los mejores equipos del mundo. El dream team de Cruyff no solo ganó la primera Copa de Europa para el Barça, sino que implantó una cultura de juego que ha sido admirada por sus grandes rivales. Juntamente con La Quinta del Buitre, revolucionó el fútbol desde el protagonismo y el dominio del balón y, por extensión, del partido.

La técnica y el juego de posición y asociación fueron prioritarios ante el físico y los centrocampistas y los delanteros tuvieron más influencia que los zagueros. Se defendía el Barcelona con tres y atacaba a partir de un medio centro y dos extremos. El tiquitaca ganó definitivamente la partida a la furia. El modelo de Cruyff no solo se aplicó al plantel profesional, sino también a los distintos equipos del club, detalle esencial para entender el éxito de la cantera y más tarde de La Masia. Ningún capricho de Cruyff empaña su gigantesco legado.

No es casualidad que la mayoría de los jugadores de Wembley, y alguno de los que no actuaron, como Begiristain, tengan hoy responsabilidades técnicas: Zubizarreta y Guardiola (Barça), Koeman (Feyenoord), Eusebio (Barça B), Juan Carlos (Valladolid B); Bakero, Ferrer, Stoichkov y Laudrup (sin equipo). Julio Salinas ejerce de comentarista y solo Nando se desvinculó del fútbol.

A los azulgrana les alcanzó con un gol de Koeman para vencer al Sampdoria y ganar la Copa de Europa. Aquel 20 de mayo de 1992, del que ayer se cumplieron 20 años, significó el big ben del Barça, que desde entonces cuenta tres Champions, nueve Ligas y dos Mundiales. Hoy es un equipo más regular, equilibrado y mejor acabado, a la altura del impacto mundial del club.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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