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“El experimento ha fallado”

Djokovic, tras caer también eliminado, se une a las quejas de Nadal y amenaza con no volver al torneo de Madrid El organizador admite un error en la construcción de la pista y anuncia que también quiere innovar con las pelotas

J. J. MATEO
Djokovic, durante el partido ante Tipsarevic.
Djokovic, durante el partido ante Tipsarevic.M. Hewitt (Getty Images)

Todo empezó con la victoria de Rafael Nadal en el torneo de Madrid, allá por 2010. En el punto de partido, el mallorquín pegó un saquetazo. La pelota nunca volvió. El suizo Roger Federer, su contrario, golpeó al aire. Pinchada contra el piso, la bola murió en un mal bote, el sello de una pista irregular y mal asentada, porque se construye específicamente para el torneo y no se mantiene todo el año. Solucionar ese problema provocó otro en 2012. Para evitar las irregularidades, según explicó la organización, se construyó una pista demasiado dura. Luego, se añadió la resbaladiza arcilla azul. El resultado fue la posible desbandada de los mejores de cara a 2013. “Si la pista sigue así, el año que viene habrá un torneo menos en mi calendario”, dijo Rafael Nadal tras perder con Fernando Verdasco. "Si se mantiene esta tierra, no volveré el año que viene, el experimento ha fallado. Si no me puedo mover, si tengo que poner presión a mis músculos y a mi cuerpo, si juego pensando en que ojalá no me lesione, qué sentido tiene jugar aquí", dijo el serbio Novak Djokovic tras perder en 6-7 y 3-6 ante su compatriota Tipsarevic.

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“Hay dos cuestiones diferentes”, explicó Ion Tiriac, el propietario del torneo. “No creo que ningún jugador pueda quejarse del azul tras esta semana. La bola se ve mejor. Luego, es verdad que la pista resbala. Se puede corregir rápido, pero es peligroso”, continuó, distinguiendo entre el color y la calidad del piso. “Aquí tenemos al encargado de hacer las pistas de Roland Garros durante 12 años. Sabemos que una pista nueva nunca es buena, por mucho que se le pase el rastrillo, que hay que jugar sobre ella”, añadió. “Aquí, en Madrid, hay que construirla y desmontarla cada año. Cada año es nueva… hasta ahora, que se quedará, lo que nos permitirá trabajar sobre ella. Hay una razón para que la pista sea como es. No queríamos que tuviera tantos malos botes como antes. Lo que ocurre es que se han pasado presionándola, presionándola y presionándola para apelmazarla, y lo han hecho tanto que ha quedado demasiado dura”.

No creo que ningún jugador pueda quejarse del azul. La bola se ve mejor. Ion Tiriac, propietario del torneo

Tiriac sueña con introducir poco a poco bolas fluorescentes que mejoren la visibilidad de los peloteos y atraigan a más telespectadores: “La que hay ahora no es perfecta, y por diversión trabajo en esa”. Pese a la polémica, y aunque el torneo solo tiene permiso para usar la tierra azul en 2012, el rumano no duda: volverá a solicitar su uso para las próximas temporadas. El exjugador, que también fue técnico del argentino Guillermo Vilas, siempre gastó fama de innovador en un deporte en el que cada cambio supone una guerra. También, tras pilotar la carrera del alemán Boris Becker, es un sabio del marketing que disfruta ante la polémica porque cree que se traduce en espectadores e interés de las marcas. Por eso no dudó en señalar a un culpable del mal estado de la central: Manolo Santana, el director del torneo, que, sin embargo, se encargó de cambiar el color de la publicidad de las pistas en cuanto supo que disgustaba a Nadal porque le mareaba.

“Es culpa mía”, dijo el excampeón, que ocupa el puesto de director para lo bueno y para lo malo, y que pilota los trabajos nocturnos de los pisteros, que andan pasando el rastrillo por la pista hasta las 4 de la madrugada. “Solo quise que ningún jugador se hiciera daño, como pasó en Montecarlo, donde hubo dos lesionados (Mónaco y Benneteau). La pista resbala y va mejorando día a día, pero estoy decepcionado. Hay que conseguir una pista mejor”.

Así pasan las cosas en Madrid. Se habla del granulado de la arcilla, de si el piso está asentado o no, y no de tenis, de golpes y de tácticas. Entre tanto, Fernando Verdasco cayó de forma contundente ante el checo Tomas Berdych (6-1 y 6-2).

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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