Vettel vuelve a la cima

Sebastian Vettel volvió a lo más alto del podio. Sus gritos desde el coche, mientras aparcaba sin poder dar la vuelta de gloria hacia el podio, estaban justificados. El doble campeón mundial no había conseguido todavía ganar una carrera esta temporada y todo el mundo comenzaba a dudar de la calidad del coche que le catapultó a lo más alto de la fórmula 1: Red Bull. Sin embargo, el mago de la aerodinámica, Adrian Newey, no se rinde nunca. Su capacidad para resolver las situaciones más difíciles ha vuelta a aflorar. Y Vettel supo sacar provecho de las mejoras en su coche para alzarse con la primera victoria del año. Ganó por delante de los Lotus de un espectacular Kimi Raikkonen y de un Romain Grosjean que día a día va demostrando su calidad.

Para Vettel la victoria no solo le permite situarse líder del campeonato, sino que le supone una inyección de moral importante. El alemán, de 24 años, necesitaba un triunfo de este calibre, porque hasta ahora había conseguido la segunda posición en Australia pero había abandonado en Malasia y había sido quinto en China, superado incluso por su compañero de equipo, Mark Webber. No había perdido la confianza de su equipo, pero en el paddock comenzaba a cuestionarse si sería capaz de ganar también sin disponer del mejor coche. Hoy lo hizo, pero agotando todas las posibilidades: ajustando incluso el combustible, hasta el punto de que al concluir la carrera su equipo le dijo por radio que parara inmediatamente al final del pit lane. Qué diferencia con respecto al año pasado, en que Vettel ganó 11 carreras.

Sin embargo, ni siquiera la victoria de Vettel consiguió eclipsar el excelente momento en que se encuentra la escudería Lotus, que colocó sus dos coches en segunda y tercera posición. Kimi Raikkonen ocupó el segundo eslabón del podio, la mejor desde su regreso este año al Mundial de F-1, y Romain Grosjean fue el tercero. Nadie hubiera apostado por ellos tras la clasificación. Pero Raikkonen ganó cuatro posiciones en la salida y Grosjean tres y ambos se vieron con opciones de luchar por el podio. Raikkonen no lo hacía desde Monza en 2009, poco después de su último triunfo en Spa. Al final de aquel año se retiró para dedicarse a los rallies. Y no regresó hasta que Renault le garantizó un coche competitivo esta temporada.

El español realizó una gran salida, pero luego pagó las bajas prestaciones del Ferrari

La carrera fue especialmente difícil para Fernando Alonso. Realizó una salida espectacular y ganó en ella cuatro posiciones para colocarse quinto. Fue como una alucinación. Porque después se fue comprobando que por mucho esfuerzo que ponga el asturiano, la situación de Ferrari es la que es. Y no es precisamente buena. En la pista, Ferrari sufre mucho porque le falta carga aerodinámica y velocidad punta. En estas condiciones es difícil poder luchar con los mejores y aspirar incluso a posiciones de podio.

Alonso defendió con uñas y dientes su quinta posición, pero no pudo evitar ver cómo le adelantaban pilotos con coches bastante más rápidos que el suyo. Fue el caso de Lewis Hamilton y de Kimi Raikkonen, que evidenciaron el mayor potencial de sus máquinas. Alonso no se exasperó más que en una ocasión, cuando intentaba superar a Rosberg y el alemán de Mercedes le cerró las puertas en varias ocasiones. Entonces llamó a su taller para decirle a su ingeniero lo que le estaba pasando: “No me deja espacio para adelantarle”. Alonso fue cediendo posiciones hasta concluir en séptima posición, mermado por los problemas con sus neumáticos y pendiente de una investigación por haber salido del taller de forma insegura.

En Bahréin los McLaren y los Mercedes sufrieron de nuevo. Lewis Hamilton pasó por mil vicisitudes antes de acabar octavo. Y Jenson Button concluyó 18º, tras tener que entrar en boxes en la penúltima vuelta, con el escape roto. Michael Schumacher estuvo siempre relegado a posiciones intermedias y luchando por entrar en los puntos, como consecuencia de la pérdida de cinco posiciones en la parrilla por haber cambiado la caja de cambios. Salió 22º y remontó hasta la 11ª posición intentando atrapar a Felipe Massa para arrebatarle el último punto en juego. Y Rosberg forzó en las situaciones límite para mantenerse entre los grandes, pero fue motivo de investigación por su duelo con Hamilton y con Alonso.

Pedro de la Rosa estaba contento tras la clasificación por haber superado a los Marussia, pero en carrera su Hispania no dio el rendimiento esperado y concluyó 21º, solo por delante de su compañero Karthikeyan. Hispania sigue mejorando, pero le falta mucho para poder abandonar la cola de la clasificación.