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FÚTBOL | 35ª JORNADA DE LIGA

El Athletic desahucia al Racing

Un gol de Toquero prácticamente deja a las puertas del descenso al equipo cántabro

Javi Martínez pugna por el balón con el Lautaro Acosta.Vídeo: ESTEBAN COBO

El fútbol ha cambiado. Sin duda. Ha cambiado tanto que un equipo que se juega la permanencia, es decir, evitar el desahucio de la Liga, se encuentra con unas gradas a medio ocupar, es decir, son la ayuda del vecindario. Y se encuentra con unos futbolistas deshilachados, jugando al contragolpe, al escondite, más preocupados de que no les vean que de librarse. Y eso ante un rival que no distingue entre enemigos o competiciones, que no especula, que no conoce más camiseta que la suya. Si el Athletic era el inspector, el Racing le abrió las puertas de par en par y los rojiblancos transitaron por los pasillos del Sardinero como si fueran suyos, sostenidos por Iturraspe y ordenados por Ander Herrera. Andaba el Athletic a placer, caminaba, corría, tocaba y el Racing miraba y miraba, con algunos solos de guitarra de Munitis (al que el Athletic le motiva). Y como en la copla de Rafael de León, así mirando y mirando, así llegó su ceguera cuando Toquero enfiló a Mario tras un pase magnífico de Aurtenetxe y le puso el balón junto al otro poste. Fue un toque ligero, pausado, puro tacto, sin nervios. Un gol de nueve falso.

RACING, 0 - ATHLETIC, 1

Racing: Mario; Francis, Álvaro, Torrejón, Cisma; Diop, Colsa; Munitis (Javi Martínez, m. 80), Adrián (Acosta, m. 57), Luque (Jairo, m. 57); y Stuani. No utilizados: Óscar; Kennedy, Marcos y Edu Bedia.

Athletic: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe (Ekiza, m. 68); Herrera (David López, m. 80), Iturraspe, De Marcos; Susaeta, Toquero (Llorente, m. 58) e Ibai Gómez. No utilizados: Raúl; Koikili, San José y Gabilondo..

Gol: 0-1. M. 11. Toquero.

Árbitro: Pérez Montero. Amonestó a Álvaro, Aurtenetxe, Amorebieta

Unos 15.00 espectadores en El Sardinero

Para entonces los centrales del Racing ya habían dado muestras de su inconexión. Parecía que hubieran sido fichados ayer de distintos equipos y puestos a jugar hoy. En un par de toques, el Athletic los sacaba de sitio y el boquete en la defensa parecía las obras de un túnel. Todo el tacto de Toquero se perdió minutos después cuando salvó al portero y se dejó el balón atrás. Y sin tacto ninguno, Susaeta a medio metro del gol convirtió el pie en una fregona para tocarla a las manos de Mario.

Solo entonces reaccionó el Racing. No cuando vio el abismo, sino cuando se vio en caída libre. El Athletic, tras el descanso, se adormeció. Entonces despertó Diop. El senegalés se convirtió en el estandarte de un equipo preso de la indolencia, de los avatares institucionales, de los cambios de estilo, de la desorientación, en suma. Impulsado por Diop, que se hizo grande frente a Iturraspe, pareció un equipo encabritado. A falta de fútbol, con mala leche bien entendida, con la rabia del miedo. La entrada de Acosta fue un problema para el Athletic, al que los delanteros menudos y rápidos siempre se le han dado mal. El argentino tuvo la oportunidad en un mano a mano que resolvió Iraizoz con prudencia y calma. El Athletic incluso metió a Llorente para intentar apuntillar el resultado, pero la ausencia posterior de Herrera volvió a limitar su creatividad. Herrera se ha convertido en el péndulo rojiblanco. Se le nota tanto cuando está como cuando no está.

Y le tocó sufrir un poco al Athletic en el tramo final del partido, convertido en el presumible toma y daca entre un equipo ofensivo y otro muy, muy, muy necesitado. La última ocasión fue de Diop, a la que respondió con mucho acierto Iraizoz tras haber dudado en la jugada anterior. El Racing no descendió ayer matemáticamente porque el Villarreal empató en Anoeta, pero su caída al abismo está a punto de concluir. Ni el público lo quiere ver.

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