“Esto no debería pasar”
Hulkenberg es el único de los pilotos que cuestiona la celebración del GP de Bahréin por motivos de seguridad
Manama, capital de Bahréin, está tomada por la policía, con patrullas en casi cada esquina de la ciudad, rifle en mano, para tratar de evitar cualquier incidente que pueda afectar a la celebración del Gran Premio de fórmula 1, el domingo. La atmósfera que se respira en el paddock es de calma tensa, más aún desde que un mecánico de Force India fuera enviado a casa el jueves por la mañana con un ataque de pánico. El coche en el que varios miembros del equipo regresaban el miércoles al hotel después de haberse pasado el día en el circuito terminó metido accidentalmente en el centro de los disturbios entre la policía y los opositores al régimen de Hamad bin Isa al Jalifa, que lanzaron un cóctel molotov que explotó a pocos metros del vehículo. Aunque nadie terminó herido, el incidente afectó al técnico, que decidió coger un avión y regresar a casa.
Zayed R Alzayani, consejero delegado del circuito de Sakhir, trató de restarle trascendencia al asunto. “Fue un incidente aislado, y mi esposa también lo sufrió. Los manifestantes no tenían como objetivo los coches que circulaban por allí, y, además, nadie resultó herido. La policía sabe mejor que yo lo que tiene que hacer en estos casos”, manifestaba el ejecutivo.
Estamos aquí para disputar una carrera. No es bueno que tengamos que estar preocupados
Mientras la mayoría de los actores que forman parte de la caravana itinerante del Mundial de F-1 se limitan a escurrir el bulto cuando se les pregunta, Nico Hulkenberg, piloto de la estructura india, es el primero en dar un paso al frente y cuestionar públicamente la decisión de correr en Bahréin. “No es justo que ocurran este tipo de cosas. Estamos aquí para disputar una carrera. Yo no soy un político, solo soy un piloto, pero esto no debería pasar, ¿no? No es bueno que tengamos que estar preocupados por la seguridad de unos y otros como nos está ocurriendo ahora. Solo espero que el resto del fin de semana transcurra sin problemas”, afirmaba el piloto alemán.
Unos hacen vida normal. “Para mí no cambia nada, es como un fin de semana de carreras normal y corriente. Me siento seguro”, reconocía Kimi Raikkonen. “Nosotros creemos en aquello que nos ha dicho la FIA, que es quien maneja toda la información al respecto de cómo está la situación”, añadía Alonso. Otros, como el equipo Marussia, han pedido la opinión de expertos en cuestiones de seguridad que les han alertado de que la jornada más complicada será la del viernes porque se trata del arranque oficial del Gran Premio, y porque aún habría tiempo para provocar su cancelación. La mayoría de escuderías, no obstante, ha recibido instrucciones precisas y un protocolo a seguir en caso de emergencia. Cada mañana, dos agentes de seguridad, desarmados y sin uniforme, comprueban personalmente los coches en el que los pilotos se desplazarán hasta el trazado, y también los arrancan. Otra de las recomendaciones que se les ha hecho a los corredores es que vayan vestidos de calle hasta llegar al circuito, y que, bajo ningún concepto, salgan de las rutas preestablecidas.
Se recomienda a los pilotos que vayan al circuito vestidos de calle
Todas esas premisas contrastan con la declaración de, exdiputado Jasim Husain, que a media tarde se presentó en el paddock del circuito de Sakhir para tratar de hacer creer al mundo que la población del emirato está encantada de que su país albergue esta acontecimiento. “Puedo asegurarles que la mayor parte de Bahréin está feliz y contenta de que la F-1 esté de vuelta, debido al impacto que tiene en su economía y en la sociedad. Habrá protestas, eso seguro, porque las ha habido antes de este fin de semana y también las habrá después”, soltaba Husain. “La seguridad nunca ha sido un gran problema en Bahréin. Las protestas son muy pacíficas”, zanjaba.
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