“Le pegaba tan fuerte al balón que los huesos no resistían”
El centrocampista del Valencia repasa su trayectoria y las posibilidades de su equipo ante el Atlético en las semifinales de la Liga Europa (21.05, Telecinco)
Su vida parece de cuento y hasta su apodo, Tino, se lo puso su abuelo de una telenovela mexicana con un niño protagonista que se le parecía. Alberto Facundo Costa (Las Flores, Argentina; 1985) tenía ayer prisa por irse a comer, pero antes contó su historia.
Pregunta. ¿Le pegó siempre tan fuerte al balón?
Respuesta. De chico le pegaba tan fuerte que el médico me dijo que los huesos no tenían resistencia para ello. Me dolían las rodillas. Los músculos, con el tiempo, se hicieron más fuertes. Ahora, mi mejor disparo es desde 20 o 25 metros y admiro a Juninho Pernambucano. Cazorla también me gusta porque acaricia la pelota.
P. ¿Cómo fueron sus orígenes?
R. Una familia humilde que luchó mucho por criarnos y darnos una educación muy buena. Mi padre fue empleado municipal y desde hace años es responsable de un cementerio.
P. ¿Cómo acabó en la isla de Guadalupe?
R. Es muy raro. Por medio de un médico, Rubén Muñoz, que tenía una clínica en esa isla y también era el dueño del club La Terraza, donde yo vivía y jugaba. Como sobresalía, me propuso ir a esa isla caribeña, a nueve horas en avión de Buenos Aires. Yo iba a cumplir los 16 años y no me sacaba de la cabeza que quería ser futbolista. Aunque aprendí rápidamente el idioma, estuve muy solo, sin amigos y sin mi familia. Eso te marca. Ahora ese médico es mi agente. Como agradecimiento. Pasé tres años allí y en el último coincidí con Angloma.
P. ¿Cuántos clubes franceses le rechazaron?
R. El Auxerre, el Lille, el Lyon… Cuatro o cinco me dijeron que no. Fueron muy duros. Pensé en abandonar, pero el médico me convenció de que siguiera un poco más en Guadalupe. Llegó la oferta del Racing de París y el cambio fue muy grande: de la Octava División de Guadalupe a la Tercera de Francia. Allí jugaba con 10 negros y, a la segunda jugada, me reventaron cuatro metros por el aire. Eso forjó mi carácter: era o él o vos para seguir adelante. Después fui al Pau y al Sète. Pasé cuatro años en Tercera antes de fichar por el Montpellier, en Segunda, con el que ascendí a Primera.
Ante el Atlético, el partido será muy trabado e intenso. Ganará el más fuerte mentalmente
P. En un mundo tan machista como el del fútbol, ¿estudió corte y confección en Guadalupe?
R. Fue una casualidad. Para obtener los papeles necesitaba estudiar o trabajar y solo había una plaza en ese colegio. 28 mujeres y yo. Mis compañeros me matan siempre con esto. Pero le hice en cuatro meses un bolso a mi mamá y ella todavía lo guarda.
P. Sumó 14 asistencias y ocho goles en su último año en el Montpellier. ¿Por qué no en España?
R. Porque allí jugaba 38 partidos de 39 y aquí el Valencia rota mucho y eso me perjudica. Necesito ritmo y continuidad, sabiendo que la Liga española es mucho más completa.
P. ¿Le ha perjudicado que le comparen con Ever Banega?
R. Quien me compare no sabe de fútbol: él es más organizador y yo más llegador y asistente.
P. ¿Tendrá tantas faltas el partido de hoy contra el Atlético como el del último 0-0 en la Liga?
R. Será muy trabado e intenso. Se decidirá por los errores. Ganará el más fuerte mentalmente.
P. ¿Le falta carácter al equipo?
R. Soy un jugador de carácter, lo mismo que Albelda.
P. ¿Se le ha subido a la cabeza ser futbolista de élite?
R. ¿Quién le ha dicho eso? Que me lo diga a la cara. Sé de dónde vengo y conservo la humildad.
P. Ante el AZ Alkmaar el Valencia marcó dos goles de córner en jugada ensayada. ¿Cuántas tienen estudiadas?
R. [Unai] Emery tiene mucha variedad en la estrategia: tres o cuatro distintas en cada partido para los córners o las faltas laterales. El técnico trabaja mucho día a día y transmite sus ganas.
P. ¿Su mejor entrenador?
R. Rolland Courbis, en el Montpellier. Nos inculcó que en cada pelota se jugaba el pan de nuestros hijos.
P. ¿Forman un clan los argentinos del Valencia?
R. Para nada. Tomamos mate y escuchamos cumbia hasta que alguien empieza a rezongar y nos peleamos constantemente con los brasileños... de broma.
P. ¿Perjudica la expropiación a Repsol de la petrolera YPF las relaciones hispano-argentinas?
R. La presidenta [Cristina Fernández] intenta recuperar lo que se vendió por unos centavos, pero las relaciones están ya muy consolidadas.
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