El deseado Di María
El argentino, el jugador al que Mourinho más ha echado de menos, vuelve en plenitud en el momento clave
“Le hemos echado de menos”, dijo José Mourinho cuando anunció el regreso de Di María. Han pasado tres partidos desde ese anuncio-piropo del técnico del Madrid. El portugués nunca ha dicho de nadie que le había echado de menos. De ningún jugador. Es más, cuando Kaká, hace casi dos años, tuvo que abandonar la concentración de Los Ángeles para operarse de una rodilla en Bélgica, Mourinho dijo que un entrenador del Madrid no podía estar llorando por la ausencia de un jugador.
Pero Di María es especial. Por eso le mima de forma especial. “Nos da cosas que otros jugadores no nos dan. Cuando tiene hueco, es peligroso. Cuando no lo tiene, posee la capacidad de romper y buscar el uno contra uno. Además, tiene ese carácter que le hace pensar que todo es posible”, le definió en su momento Mourinho.
El argentino se ha perdido 26 partidos este curso por problemas musculares. En febrero, contra el Racing, sufrió la enésima recaída. Se marchó dolorido por lo que parecía un golpe en una rodilla y, finalmente, se demostró que era una microrrotura, la cuarta esta temporada. Desde antes de la primera lesión, el pasado otoño, Mourinho decidió ponerle en manos de un recuperador de su confianza que tiene consulta en Oporto.
“No nos vamos a arriesgar. Haremos que esté para abril, que será el mes clave para nosotros”, anunció el técnico a mediados de marzo. El Fideo ha vuelto en plenitud. Contra Osasuna disputó 10 minutos; contra el Apoel, 35 (le dio tiempo para marcar y dar un pase de gol), y contra el Valencia, el domingo pasado, jugó toda la segunda parte. En algo menos de 50 minutos remató siete veces (una menos que Benzema, por ejemplo, que jugó todo el partido, y cuatro menos que Cristiano Ronaldo) y fue el que más centró al área (10).
Hoy, en el Calderón, estará listo para gambetear durante los 90 minutos. “Esperemos que nos dé lo que esperamos de él”, dijo Aitor Karanka, el ayudante de Mourinho, hace pocos días. Chispa, regate, centros, velocidad, subidas y bajadas por la banda son lo que los técnicos esperan de él. Y también, en un momento dado, juego por dentro. Ya lo dijo el luso en octubre. “Si a Xabi Alonso le han tomado la medida, Di María puede ser una alternativa para jugar por dentro y dar salida al balón”, advirtió.
En la primera vuelta, en el Bernabéu, Di María firmó el gol de la remontada, el del 2-1 (4-1 al final). Esta noche, Mourinho vuelve a encomendarse a su niño mimado para tratar de tranquilizar los ánimos después de tres empates en los últimos cinco partidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.