Gasol: “No hay jugador en el mundo que me intimide”
Griffin efectúa dos mates monumentales ante el pívot español, pero los Lakers ganan el derbi de Los Ángeles
Dos descomunales mates de Blake Griffin en la cara de Pau Gasol fueron la comidilla de la NBA a lo largo de toda la jornada. Hubo quien habló de intimidación y hasta de humillación. Se le preguntó al pívot español, que se quejó amargamente de que en uno de ellos, uno de los codos del pívot de los Clippers impactó en su cuello con violencia. Los momentos estelares del partido se resumieron en esas dos acciones, sin atender a que los Lakers les bajaron los humos a los Clippers, que llegaron al derbi mejor que nunca, con seis victorias consecutivas, su mejor racha desde 1992. Andrew Bynum, el pívot que había provocado la última polémica en los Lakers y que fue multado por diferentes faltas de disciplina, se mostró imparable en el interior de la zona y con 36 puntos y 8 rebotes fue la pieza clave en la victoria de su equipo por 108-113.
Pero las dos jugadas más impactantes del partido dejaron huella. Gasol fue preguntado al respecto, especialmente por una de ellas en la que protestó por considerar que Griffin cometió falta. “Noté como me golpeaba un codo y, de repente, me vi sentado en el culo”, explica el pívot español que no vio cómo el pívot de los Clippers llegaba a sus espaldas a toda máquina para machacar el aro. “Me levanté y le dije al árbitro si no había visto que me había dado con el codo en la cara y en la garganta y que quizá debería tenerlo en cuenta. El árbitro me dijo que quizá tuviera razón”. La pugna entre Gasol y Griffin se prolongó durante la mayor parte del partido. Griffin concluyó con 15 puntos, 14 rebotes y una asistencia; Gasol sumó 12 puntos, 7 rebotes, dos asistencias y dos tapones. Lo que no dicen las estadísticas es que uno de esos tapones se produjo en los instantes decisivos, con 96-98 en el marcador, y Pau se lo puso a Griffin, que acto seguido perdió el balón. A 18 segundos para el final, Griffin tuvo que cometer otra falta sobre Pau que sumó un tiro libre y puso el marcador en 106-111.
El pívot español reivindicó su estilo de juego y, a pesar de que muchas veces ha sido acusado de ser un jugador blando, indicó: “No hay ningún jugador en el mundo que me intimide. Yo compito, intento hacer mi trabajo lo mejor que puedo y ayudar a mi equipo a ganar. Esta vez no he podido participar tanto en el ataque, pero las veces que he tenido la opción, he intentado ser efectivo”. Griffin es un jugador muy fuerte y atlético y es muy propenso a realizar mates. La pasada temporada ganó el concurso de mates del All Star celebrado en Los Ángeles. Esta temporada, en un partido ante Denver, realizó uno en el que machacó el aro tras volar por encima del jugador ruso Timofey Mozgov, que mide 2,16 metros y pesa 113 kilos. El mate fue comparado con algunos de los mejores que se han visto en la historia de la NBA.
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