La barrera de Ferrer
El alicantino, que solo gana el 26% de duelos con los cuatro mejores, espera en cuartos a Djokovic (no antes de la 01.00)
"Partidazo", le dice el argentino Juan Martín del Potro a David Ferrer cuando el alicantino ya ha cerrado el duelo (doble 6-3) y se ha asegurado el pase a cuartos del torneo de Miami, donde le espera el serbio Novak Djokovic. "Quizá ha sido mi mejor partido del año", cuenta luego el número cinco mundial. "Para ganar a Novak tendré que jugar como mínimo igual que ante Del Potro".
Ferrer, que compitió con un impresionante ritmo de pelota ante Delpo, ha ganado tres títulos en 2012 y solo ha perdido dos partidos en toda la temporada, uno de ellos ante Nole (Abierto de Australia). El alicantino, excelente frente a la clase media, aún busca el refrendo de un gran título frente a los mejores: ha vencido el 35% de los duelos que le han enfrentado contra los diez mejores en su carrera y el 26% de los que le han cruzado con los cuatro mejores tenistas del momento (Nole, Rafael Nadal, Roger Federer y Andy Murray). Un punto falto de convencimiento cuando delante está una de las figuras del circuito, el español medirá el momento del número uno, humanizado en 2012 por comparación con su impecable 2011, aunque se haya impuesto en el primer grande del curso.
"El problema de David", razonó Nadal, que a las 03.00 de la madrugada española buscará las semifinales contra el francés Jo-Wilfried Tsonga; "es que le ha tocado vivir una de las eras más difíciles para ganar este tipo de torneos. Ha estado a punto de lograrlo muchas veces. Creo que seguirá teniendo opciones, y que hay un gran título esperándole. Su nivel es muy alto y le puede ganar a cualquiera, pero hoy, para ganar un grande o un masters 1000, como mínimo tienes que vencer a dos de los cuatro mejores", cerró el mallorquín sobre el número cinco mundial, que tras años rozando la excelencia no ha conquistado ningún masters 1000 ni ha disputado una final grande, aunque sí estuvo en la de la Copa de Maestros 2007.
"Será duro", advirtió Djokovic, que ha concedido 15 bolas de break en sus últimos dos encuentros (salvó 13), señal de que ahora se le puede hacer partido, no como en 2011. Tras alzarse con el título en Melbourne, el número uno no ha disputado ninguna final, y ha ido perdiendo puntos de la sideral ventaja que tiene al frente de la clasificación. "Estoy listo", avisó el serbio, que ha perdido cinco de los doce encuentros que le han medido con Ferrer. "Físicamente estoy en forma, y mentalmente siempre estoy ahí. La motivación siempre está presente. Me levanto cada mañana sabiendo que amo este deporte, y eso me conduce a intentar perfeccionar mi juego tanto como pueda".
Por otra parte, no estará en cuartos el estadounidense Andy Roddick, verdugo del suizo Roger Federer, quien, falto de piernas y fuerzas, se inclinó por 5-7 y 0-6 ante el argentino Juan Mónaco.
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