El devorador de récords

La fantástica actuación del argentino Lionel Messi ante el Bayer Leverkusen no solo supuso el pase del Barcelona a cuartos de final, sino que también rompió una pila de récords.

Nunca ningún jugador había logrado cinco tantos en un encuentro de Champions y él no lo había conseguido en ninguna competición en toda su carrera. Jamás, como él, había logrado un futbolista al menos cuatro goles en dos partidos distintos de la competición (contra el Arsenal en 2010 y contra el Bayer en 2012). No se vio en el torneo a otro competidor que sumara dos tripletes en el mismo curso. Y solo el italiano Filippo Inzaghi resiste la comparación cuando se trata de marcar de tres en tres en la Champions: ambos futbolistas lo han conseguido en tres ocasiones a lo largo de sus carreras.

Los estratosféricos registros de la noche acercaron al todoterreno de Rosario hacia dos objetivos a más largo plazo. Primero, igualar a César, con 235 tantos el máximo goleador de la historia azulgrana. El argentino suma 228 goles, únicamente siete menos, con 24 años solamente en el carné de identidad. Luego, obtener en solitario la mejor marca de goles en una sola temporada en la Champions, que comparte ahora con el holandés Van Nistelrooy (12 en 2002 y 2003, como él en 2010 y 2011) y que volvió a empatar por tercera vez ante el Bayer. Messi ya lleva una docena, y el Barcelona está todavía en cuartos.