Guardiola no busca excusas

En el agónico desenlace del último derbi en Cornellà-El Prat, Raúl Rodríguez, defensa del Espanyol, desvió el balón con el brazo en un remate de Pedro. "No lo puedo negar, era penalti", reconoció el españolista. No lo pitó el árbitro y el partido terminó en empate a uno. "Los árbitros se equivocan, como nos equivocamos nosotros", dijo Piqué después del partido. En esa línea se manifestaron Pedro, Alves, Valdés y también Guardiola.

Hay quien suma los errores de los colegiados que han perjudicado al Barcelona y le salen siete puntos menos en esta Liga. Guardiola no pierde el tiempo en eso y lo dejó claro ayer cuando le pidieron explicaciones de por qué no se queja: "¿Y qué gano? ¿Para qué me tengo que quejar? ¿Me dan los puntos, los penaltis, algo? A veces nos favorecen, no encuentro beneficio. Durante el juego, con la tensión, lo entiendo, pero no cuando ha terminado el partido". Y zanjó: "En Cornellà no ganamos porque no hicimos lo que teníamos que hacer. Si hay cosas que nos perjudican, no hay otro camino que hacerlo muy bien".

Dispuesto a no equivocarse más y hacer buena la goleada de la ida ante Osasuna en la Copa (4-0), Guardiola afronta el compromiso de hoy en Pamplona sin Alves, por molestias en el sóleo; sin Iniesta, que terminó el duelo contra el Espanyol con el tobillo machacado; sin Keita, que ya está en Malí preparando la Copa de África, y sin Maxwell, que ayer por la tarde viajó a París ya que el Barcelona y el PSG han llegado a un acuerdo para su traspaso. "Aquí solo se queda el que quiera estar. Nos vino a ver y nos dijo que tenía una oferta del PSG, que le gustaría aceptarla. Si un jugador quiere irse, y si llega a un acuerdo con el club, yo no pondré ningún problema para que se marche. Entiendo la situación. Le he dejado manos librespara hacer lo que quiera". Tras considerarle un ejemplo como futbolista y persona, descartó que se le haga ficha del primer equipo a nadie del filial, aunque convocó a Cuenca, Montoya y Sergio Roberto.

Guardiola recordó a sus jugadores lo ocurrido en la Copa la pasada temporada, cuando llegaron al campo del Betis con un 5-0 a favor y al cuarto de hora el Barcelona había encajado tres goles. "Es evidente que no está terminado el trabajo", admitió el técnico, que elogió a Osasuna y reconoció la dificultad de ganar en el Reyno de Navarra. "No podemos fiarnos, así que intentaremos ganar el partido".

El hecho de que el Barcelona se haya dejado 11 puntos a domicilio desde que comenzó la Liga ahonda la sensación de que tiene un problema. El técnico no lo negó: "Fuera de casa no tenemos números para ser campeones, y debemos ser más ambiciosos, meter el primer gol y buscar el segundo, porque con esa idea es como hemos ganado". Pero matizó: "Excepto media hora en Valencia y 12 minutos en Cornellá, siempre hemos dominado". Sucede, y lo sabe, que el nivel de exigencia en la Liga "es muy alto". Admite que fuera al Barcelona le cuesta más, pero se muestra dispuesto a convencer a sus jugadores en la lucha por los 63 puntos que quedan hasta el final del campeonato.