Tarjetas a granel para el Castilla

Comenzó siendo una anécdota y va camino de convertirse en un registro enciclopédico. El Real Madrid Castilla, líder del grupo I de la Segunda B, acumula 13 expulsiones -seis de ellas por tarjeta roja directa- en 19 jornadas de Liga y solo en 10 de sus partidos ha conseguido acabar con 11 jugadores sobre el césped.

El filial madridista dirigido por Alberto Toril amplió su colección de tarjetas con dos nuevas expulsiones en su victoria a domicilio ante el Vecindario, que la ha valido el título honorífico de campeón de invierno y le acredita como candidato al ascenso. Pero el acta arbitral volvió a empañar el expediente de los blancos. Poco después de que Joselu lograra el 0-2 en el marcador, cuando apenas se cumplía un cuarto de hora de partido, el central portugués Pedro Mendes agarró a Yeray en el área pequeña y dejó a su equipo con 10 y al Vecindario con la oportunidad de recortar distancias en el marcador desde el punto de penalti. Isaac detuvo el lanzamiento y el filial conservó la ventaja. Pero a cinco minutos para el final, Pablo Gil, el sustituto de Mendes en el centro de la zaga, también veía la cartulina roja directa por una dura entrada.

El escenario no era nuevo para el conjunto madridista. En la jornada anterior, antes del parón navideño, acabaron con ocho hombres sobre el campo en el empate a cero ante el Alcalá. "Entiendo que los árbitros lo tienen complicado, pero me gustaría hacer una reflexión de las 18 jornadas que llevamos. El Castilla es el equipo líder y el máximo goleador de la Segunda B, es un equipo ofensivo con chicos jóvenes que tratan de jugar al fútbol y llevamos 11 expulsados en 18 jornadas. Eso lo dice todo. Son chicos que no tienen maldad y, sin embargo, jugamos con hombres de 30 años que tienen mucha reiteración en las faltas y así es muy difícil. Vamos a intentar crecer, hacerlo bien y ver hasta dónde podemos llegar", contó Toril después de aquel partido con tono de amargura ante la insólita secuencia que castigaba a su equipo. Pero esta mañana ante el Vecindario, el colegiado Mateo Valero ha incrementado una cuenta de amonestaciones que crece a ritmo de récord.

Con 71 tarjetas amarillas y 13 rojas, el Castilla es el equipo más tarjeteado de la categoría con 84 cartulinas en su expediente. En su grupo, le siguen en la estadística el Celta B con 79 (ocho rojas y 71 amarillas) y el Rayo B con 73 (nueve rojas y 64 amarillas). Curiosamente es otro filial, el Osasuna B, el que sigue al Castilla en número de expulsiones con 11.

Los chicos de Toril fueron castigados con cinco expulsiones en las primeras nueve jornadas de competición, pero frenaron la cuenta entre la 10 y la 14. Sin embargo, en la 15ª jornada la tensión y la rivalidad del derbi ante el Atlético desataron otro rosario de tarjetas. Aquel día Lucas vio el camino de los vestuarios antes de tiempo por doble amonestación y, desde entonces, el filial no ha vuelto a acabar un partido con 11 jugadores sobre el césped. Ha visto ocho expulsiones en las cinco últimas jornadas: una ante el Atlético B, Oviedo B y Marino; tres ante el Alcalá y dos más hoy ante el Vecindario. Este curso, San Roque, Toledo, Arandina y Osasuna B también sufrieron tres expulsiones en un mismo partido dando cuenta de la tensa disputa que se libra en cada choque de Segunda B. La lluvia de tarjetas arrancó con el arbitraje de Abad Esteban en La Roda en la séptima jornada. A los cuatro minutos el colegiado decretó un dudoso penalti contra el filial que supuso el 1-0, expulsó a Denis por doble amarilla antes del cuarto de hora y acto seguido también echó al propio Toril por protestar. En lo que va de Liga, además del técnico, nueve jugadores distintos han visto la roja. Nacho, Iván y Mendes ya lo han hecho en dos ocasiones.

El Castilla lidera su grupo por puntos (40) y goles a favor (34), pero se ha convertido en noticia por su estadística. El Lugo, segundo clasificado, contabiliza una sola expulsión y 30 tarjetas amarillas menos que los blancos.