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"Lamento no haberle sabido ofrecer a Alonso un coche competitivo"

Montezemolo se muestra rendido al asturiano y Domenicali se ampara en el cambio de reglamento para justificar el optimismo que emana de Ferrari

La cúpula que dirige Ferrari, con Luca Cordero di Montezemolo, su presidente, a la cabeza, lleva ya varios meses asegurando que la división de fórmula 1 de la marca ha aprendido de los errores que cometió en 2010, centrándolos, sobre todo, en la incapacidad de confeccionarle a Fernando Alonso un bólido competitivo, más allá de varias meteduras de pata puntuales pero gordas, que también las hubo. Montezemolo despide el año y su discurso es prácticamente el mismo que el que entonó en diciembre pasado, por más que las urgencias de la Scuderia cada vez sean mayores.

Si uno tiene que guiarse por las tesis del ejecutivo italiano, será que en Ferrari están convencidos de haber encontrado finalmente la ruta que les devolverá a la gloria, a ganar un título que no logran desde 2007, cuando lo consiguió Kimi Raikkonen. Sorprende, en cualquier caso, que desde distintos estratos del equipo se vengan proclamando a los cuatro vientos las virtudes de un prototipo que no saldrá a la pista hasta febrero, un mes antes de que el Mundial arranque en Australia. En estos momentos, el departamento técnico de Ferrari está dividido en dos destacamentos: uno se encuentra en Maranello y el otro en Alemania, en un túnel de viento alternativo que emplea para asegurar un poco más el tiro. Estos dos grupos se van cruzando cada poco tiempo para que todos los ingenieros puedan dormir de vez en cuando su casas. Todos ellos volverán a Italia mañana, pasarán las fiestas con sus familias y después de celebrar el año nuevo volverán al trabajo, al último esprint.

"¿Qué garantías tenemos para afirmar que en 2012 contaremos con un coche competitivo? Eso es lo que le pregunto cada día a Stefano [Domenicali, responsable de la escudería]", bromeaba ayer Montezemolo durante el tradicional encuentro de navidad con la prensa, antes de cederle el turno al aludido para poder saborear unos tagliatelle. "La gente debe entender que en estos momentos tenemos que ser muy herméticos, pero básicamente nos guiamos por a) la clarificación de la normativa del próximo año alrededor de los escapes sopladores, b) la reorganización interna del equipo, y c) el cambio en el método de trabajo", enumeró Domenicali, dando tregua a un medallón de ternera envuelto en panceta.

Al igual que ya ocurrió el curso pasado, el primero de Alonso vestido de rojo, ni Montezemolo ni tampoco quien es su proyección en el muro afirman tener absolutamente nada que reprocharle al español, sino que más bien ocurre todo lo contrario, en vistas de la devoción que le profesan. "Llevo ya varios años en este negocio y puedo asegurar que Fernando es el mejor piloto de la parrilla. Su rendimiento, tanto en las carreras como el que ha tenido aquí, en la fábrica, ha sido sobresaliente. Lamento no haberle sabido ofrecer un coche suficientemente competitivo", entonó Montezemolo, justo antes de hincarle el diente a un panetone bañado en chocolate y de centrarse en la vertiente más política y menos deportiva de la F-1, un campo que volverá a dar mucho qué discutir.

"Estoy a favor de la democracia en la F-1, pero resulta que en estos momentos parece que priman los intereses de los equipos pequeños. No tiene sentido que esta sea la única disciplina en la que entrenarse está prohibido", arrancó il capo. "De la misma forma, Ferrari no está de acuerdo en la limitación del presupuesto porque hay muchas formas de hacer trampas", remarcó el italiano; "en nuestro caso bastaría con llamar a la puerta de FIAT". "Tampoco tiene sentido para nosotros que la F-1 se plantee utilizar motores de cuatro cilindros porque nuestro principal objetivo es emplear este escenario como banco de pruebas para trasladar después la tecnología que empleamos en los monoplazas a los deportivos de calle", criticó Montezemolo; "por eso no podemos acceder a diseñar un motor de cuatro cilindros [los actuales son de ocho]. Nos iríamos a correr a otro lado. Queremos seguir compitiendo contra McLaren y los demás, no contra Yamaha o Ducati", ahondó el presidente de los bólidos de il cavallino rampante, antes de concluir con un llamamiento a todos los actores involucrados en la F-1 para que jueguen su papel con responsabilidad y por el bien de la competición más allá del suyo propio. "Por eso, precisamente, decidimos no intervenir en Silverstone, cuando pudimos regular de forma drástica el uso de los escapes sopladores. No queríamos que nadie pensara que Ferrari le metía mano al asunto porque no era capaz de diseñar un monoplaza rápido. Eso resta credibilidad a este certamen", concluyó Montezemolo.

Alonso junto a Montezemolo, en una imagen de archivo.
Alonso junto a Montezemolo, en una imagen de archivo.EFE

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