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Ivanovic empequeñece al Barcelona

La defensa del Caja Laboral seca al equipo de Xavi Pascual (71-60) que pierde el liderato

El Caja Laboral se quedó en 71 puntos ante el Barcelona, pero ofreció espectáculo. No basado en mates inverosímiles, asistencias de fantasía o un recital antológico de Teletovic, sino en una colosal defensa que hizo diminuto a uno de los mejores equipos de Europa. El Barcelona, que a mitad del camino se quedó sin Navarro por una fascitis plantar, nunca encontró respuestas ante la pizarra de Ivanovic y, además del partido (71-60), perdió el liderato, que ahora recoge el Real Madrid.

Las dos mejores defensas de la Liga Endesa sobre el papel (el Barcelona solo había permitido hasta ahora 64,8 puntos, por los 67,5 del Caja Laboral), demostraron serlo también sobre el parqué. Las marañas tramadas por Dusko Ivanovic y Xavi Pascual se impusieron a los ataques, especialmente la del preparador montenegrino, que nubló la ofensiva azulgrana hasta reducirla a la mínima expresión. Al descanso, el Barcelona apenas había sumado 22 puntos, con un dramático cero de 12 en triples.

CAJA LABORAL, 71; BARCELONA, 60

Caja Laboral: Prigioni (10), Pau Ribas (7), San Emeterio (8), Golubovic (2) y Teletovic (16) -cinco inicial-. Milko Bjelica (17), Heurtel (4), Oleson (7) y Nemanja Bjelica (0).

Barcelona: Huertas (12), Navarro (0), Mickeal (5), Lorbek (10), Vázquez (12) -cinco inicial-. Sada (0), Perovic (6), Wallace (0), Ndong (0), Rabaseda (0), Eidson (15).

Parciales: 17-8, 12-14, 22-24 y 20-14.

Árbitros: Pizarro, Ortiz y Peruga.

8.416 espectadores en el Iradier Arena.

Entre las rocas del muro baskonista destacó Pau Ribas, decidido a amargarle la noche a quien se le cruzara en el camino. Su primera víctima fue Navarro, a cuya espalda se soldó, pasando milimétricamente bloqueo tras bloqueo, dificultando que siquiera recibiera la pelota. Hasta el punto de que el escolta del Barça apenas se levantó una vez en toda la primera mitad, sin éxito. Actuación que también reveló las molestias físicas de Navarro, que vio la segunda mitad vestido de calle. Muchas más veces -nueve- lo intentó en los primeros 20 minutos Erazem Lorbek, el otro baluarte ofensivo del equipo, pero apenas atinó en una de ellas. La dureza defensiva pudo relajarse al inicio del segundo periodo, en el que el Caja Laboral se colocó en el bonus de faltas en el primer minuto. Pero no fue así. Eidson, que trató de ayudar en las tareas de distribución, no encontró tampoco el modo de horadar la defensa vasca, y sus seis puntos consecutivos fueron más un modo de mantener a los azulgrana en el partido que el hallazgo del camino que llevara al aro rival.

El Barcelona tuvo que esperar hasta su decimocuarto intento triple para encontrar la red y entonces Teletovic y Lorbek empezaron un duelo particular de anotación. Ante la baja del Navarro, el pívot asumió el liderazgo, habida cuenta de que Pau Ribas había elegido a Eidson como su nueva víctima. Únicamente se sumaba Huertas, que también hizo las paces con el triple para apretar el marcador de cara al último periodo. Pero la encerrona no cesó. Huertas y Eidson chocaban una y otra vez contra Golubovic, contra Teletovic, y, en el otro lado de la cancha Heurtel sí encontraba la llave para asistir a Milko Bjelica, que se convirtió en un demonio en el tramo final, ofreciéndose constantemente con mil cortes, siempre solo para rematar las jugadas.

Tuvieron que correr cuatro minutos del último cuarto para que el equipo azulgrana anotara y tuvo que ser de tiro libre. El Barcelona solo encontró posiciones cómodas fuera del perímetro y, además, volvió a fallarlas. Ivanovic había sellado los aros.

Heurtel y Ribas acosan a Víctor Sada.
Heurtel y Ribas acosan a Víctor Sada.ADRIÁN RUIZ DE HIERRO (EFE)

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