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"Una consecuencia del azar"

Mourinho achaca la derrota a la mala puntería de Cristiano y los imponderables del juego

Dicen sus compañeros de trabajo que José Mourinho es un hombre impredecible cuya conducta responde a motivaciones inescrutables. Si después del 5-0 en el Camp Nou, verdadero drama profesional para el técnico portugués, emitió uno de sus mensajes más reposados y lógicos, ayer también exhibió su faceta moderada, aunque no hizo autocrítica y señaló al azar, a la falta de puntería de Cristiano y a un exceso de prudencia como causas del resultado. Su sexta derrota en ocho partidos ante el Barça de Pep Guardiola desde que dirige al Madrid no pareció afectarle, al menos superficialmente. Últimamente, Mourinho habla de "equilibrio emocional". Es la idea que quiere inculcar en sus jugadores, aferrado al seguro psicológico de los tres puntos virtuales que le dan una ventaja en la clasificación siempre que ganen al Sevilla en la próxima jornada.

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"El vestuario está triste y tranquilo", explicó; "dije antes del partido que estábamos muy equilibrados emocionalmente y que ni una victoria, que nos pondría a seis puntos, ni una derrota, que nos dejaría a tres, nos desequilibraría. Ahora estamos iguales a puntos y tenemos un partido más por jugar. Si no perdemos, llegaremos a la Navidad como líderes".

Mourinho dio la impresión de hablar lo mismo para una audiencia planetaria que para sus adentros. Como consolándose a sí mismo con imágenes positivas, con lecturas provechosas. En un momento, se confesó víctima del azar: "El partido ha sido consecuencia de lo que es el fútbol. Es un juego. En todos los juegos hay detalles que marcan la diferencia y la suerte hace una parte importante. Con el 1-0 tenemos una ocasión para hacer el 2-0 y, en circunstancias normales, lo habríamos hecho porque el fantástico jugador que es Cristiano los mete dentro. Con 2-0 el partido es otra historia. El primer tiempo fue superequilibrado. En el segundo nos hicieron un gol que es pura suerte. El 1-2 no es producto ni del talento de ellos ni de un fallo nuestro. Al minuto siguiente tuvimos el 2-2 para hacer. El balón parece dentro, pero al final no lo está. Ahí ellos han tenido una ventaja psicológica. Se han visto recuperados y han podido tocar el balón como tanto les gusta. El 1-3 sí me parece normal, consecuencia de su superioridad, de estar finalmente tranquilos en el partido. Tenemos el 2-3, que evita la suerte porque no es una parada de Valdés. Es pura suerte. Sin quitar mérito a quien ha ganado, la suerte ha hecho la diferencia. El resultado es consecuencia del azar del fútbol. Es un juego y nada más".

Respecto a su cambio de planes, después de haber ponderado la idea de alinear a Xabi Alonso, Lass y Khedira de entrada, explicó que pretendió ser más ofensivo: "Me decidí por jugar con Özil porque era en casa, porque queríamos ganar, porque queríamos ser más ofensivos como en todo el primer tiempo y porque me esperaba que Özil pudiera darme un rendimiento muy bueno jugando aquí".

Tuvo una queja. Además de la suave crítica a Cristiano por no marcar sus ocasiones, señaló que, en su opinión, su equipo no fue todo lo duro que debió ser en la disputa de un balón dividido que acabó en los pies de Messi y, posteriormente, en el 1-1. "No me ha gustado el primer gol del Barça", dijo, "porque ha sido igual a otros que hemos sufrido contra ellos. Un jugador mío no puede tener un balón al 50% y que el balón quede ahí. Y a partir de ahí se desarrolla una jugada que ellos siempre hacen. Entiendo que los jugadores tienen alguna razón para tener miedo por la historia de los arbitrajes que nos han hecho. Pero el balón estaba para ganarlo y no lo hemos ganado. Si tengo que escoger un momento clave en el partido, escojo este".

Mourinho da instrucciones durante el encuentro.
Mourinho da instrucciones durante el encuentro.PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)

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