"Llevo toda la vida preparándome para esto"

No son dos gotas de agua, pero hay rasgos comunes: la tez morena, como sus ojos, y el cabello rizado. Algo en sus genes, aquellos que les transmitió su padre, Mazinho, les hace, además, fabulosos en el campo. Más de una década después de que lo hicieran Ronald y Frank De Boer (desde mayo de 2000 que no jugaban dos hermanos en el mismo equipo del Barça), los Alcántara, Thiago y Rafinha, compartieron minutos de juego. "En la cantera se hace un trabajo muy bueno porque está el espejo del primer equipo, todos queremos jugar igual. Y porque tenemos un entrenador osado que se atreve a meter a jugadores tan jóvenes", dijo Thiago. "Debutar en la Champions, en el Camp Nou y con tu hermano, es algo que jamás había soñado", apuntó Rafinha.

"Los dos han jugado muy bien; imagino que sus padres estarán muy orgullosos porque ambos hayan podido debutar juntos en la Champions, que no es fácil", les elogió Guardiola. El técnico alineó de entrada a siete jugadores del filial, y de los otros tres que entraron tras el descanso, hizo debutar a uno: Martí Riverola, el 22º niño de Guardiola.

"Todo esto se resume en que Riverola estaba calentando y Altimira [uno de los preparadoes] le ha preguntado: '¿estás preparado?'. 'Llevo toda la vida preparándome para este momento', le contestó. Se formó en la escuela de este club y hoy ha debutado", señaló, orgulloso, el entrenador. El mediocentro, de 20 años, es un producto genuino de La Masia; el primer futbolista del Barcelona que ha pasado por todas las categorías del club hasta debutar con el primer equipo. Con seis años ya jugaba en la escuela y se puso su primera camiseta del Barça a los ocho, cuando formó con el Benjamín B. Incluso el año pasado se fue cedido al Vitesse holandés, bajo las órdenes de Chapi Ferrer.

"Los chavales han demostrado que podemos estar tranquilos, que hay Barça para rato. Los jugadores que suben vienen con la lección aprendida. Han hecho un partidazo. Tienen que estar todos más que orgullosos", les piropeó Pinto, ayer capitán de un equipo en el que solo formaron cuatro futbolistas de la primera plantilla. Esto es un trabajo de mucha gente y de muchos años. No es que ahora se nos ocurra sacar a siete canteranos, les digamos cuatro cosas, jueguen bien y ganen. Ese es nuestro gran valor, es una joya. Lo más bonito es que seamos todos partícipes de esto, anteriores juntas, anteriores responsables del fútbol base...", zanjó Guardiola.