El ojito derecho de Villas-Boas

En un Chelsea acostumbrado a partirse en dos, en un centro del campo casi invisible, Oriol Romeu (Ulldecona, Tarragona; 1991) parece haber echado el ancla. Desde que completó un partido ante el Wolverhampton y el equipo ganó 3-0, el entrenador de los blues, André Villas-Boas, entendió que Romeu era el hombre que necesitaba. "Un mediocentro consistente, con mucha energía y una buena salida del balón", explica Mark Erwin, un periodista que sigue el día a día de los blues. "No es tan fuerte como Mikel, pero sí más completo. Le ha ganado la posición y creo que esta noche [frente al Valencia] será titular en el centro del campo junto a Ramires y a Lampard", añade Erwin.

"Lo que veis de Oriol", dijo hace un par de semanas Villas-Boas, "es cómo ha sido educado en el Barça, que es la mejor educación posible. Le gusta recibir la pelota del portero o de los centrales y, desde ahí, organizar al equipo. Pone su talento individual al servicio del colectivo".

"Tiene mucho porvenir", interviene Luis Milla, seleccionador de España sub 21, "lo valoramos mucho e Inglaterra lo va a hacer crecer. Es un mediocentro con templanza y pausa, fiel a la escuela del Barça. Ayuda mucho en defensa y tiene una buena distribución y manejo del balón, aunque sin la agilidad de Busquets". El propio Romeu ha asumido perfectamente su función. "Lo primero es darle estabilidad al equipo. Desde mi posición tengo tiempo para tocar, pasar y elaborar el juego. Después, presionar lo más arriba posible. Es algo que aprendí tanto en las categorías inferiores de la selección como en el Barcelona".

Oriol está "a la altura de las expectativas del entrenador", confirma Erwin. Y estas fueron muy altas, pues el fichaje fue casi un capricho del técnico portugués, que ya estuvo negociando llevárselo al Oporto antes de marcharse él mismo al Chelsea en verano pasado. El club de Roman Abramovich pagó cinco millones y el Barça se reserva una opción de compra de 10 millones el primer año y de 15 el segundo. Villas-Boas lo convenció prometiéndole una continuidad al máximo nivel, algo imposible de garantizar en el club azulgrana. En el primer equipo azulgrana debutó oficialmente en la Supercopa de España, en una derrota de 3-1 frente al Sevilla, el 14 de agosto de 2010. Un año antes, ascendió al filial barcelonista a Segunda con Luis Enrique en el banquillo.

Al Barça llegó en 2004 procedente de la cantera del Espanyol, rechazado, como tantos otros, por ser demasiado bajito. Tenía 13 años cuando entró en La Masia; hoy mide 1,83 metros. Internacional en todas las categorías, fue campeón de Europa sub 17 en 2008 en Turquía. En el sub 19 de 2010, perdió la final contra la anfitriona, Francia. Desde entonces no ha parado de crecer. El sentido de la anticipación para salir al corte, ya lo tenía. La seguridad y la sencillez en el pase, también. Lo que le ha dado Villas-Boas es el trato de estrella en uno de los conjuntos más poderosos del planeta.