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Una "piedra" de 12 años

El último triunfo del Atlético ante el Madrid se remonta a octubre de 1999.- Los protagonistas de entonces rememoran esa noche y analizan las posibilidades de los 'colchoneros' ante el equipo de Mourinho

El día que el Atlético ganó su último derbi ante el Madrid, el Partido Popular gobernaba España y el presidente del Gobierno era José María Aznar, que estaba apurando su primera legislatura. Mientras Hasselbaink, con un doblete, y José Mari daban la vuelta al marcador tras un tempranero gol de Morientes y enmudecían al Bernabéu, que vio a los blancos sucumbir finalmente por 1-3, quienes no estaban interesados en el fútbol podían ver Noche de Fiesta en Televisión Española o irse al cine para asistir a una película de terror que estaba teniendo por aquel entonces mucho éxito: El proyecto de la bruja de Blair. Tanto para entrar al cine, como para obtener un asiento en el estadio, había que pagar en pesetas. Era el 30 de octubre de 1999, hace más de 12 años. "Nunca en la vida habría pensado que el Atlético estaría tanto tiempo para volver a ganar", relata Santiago Solari, que vestía aquella noche la camiseta rojiblanca con el número 9 antes de mudarse, un año después, al otro lado del Manzanares. "Además, ese recuerdo bonito para los atléticos despierta a la vez muchos fantasmas porque fue el año del descenso. Un curso nefasto, éramos un grupo con mucho futuro, pero sin timón", recuerda el argentino.

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"Ganar en el Bernabéu fue una alegría enorme, un oasis de felicidad en un momento difícil", relata Juan Carlos Valerón, uno de los pocos, entre los que estaban ese día en el campo, que aún calza las botas de fútbol. En la plantilla del Atlético, nadie sabe qué significa ganar a los vecinos de Chamartín con la camiseta rojiblanca. En el otro lado, después de la despedida de Guti y Raúl en verano de 2010, el único que conoce el amargo sabor de la derrota en un derbi contra el Atlético es Iker Casillas, que precisamente aquella tarde de octubre del fin del siglo pasado se encaró por primera vez a los rojiblancos, tras la expulsión de Bizarri en el minuto 49. El portero campeón del mundo tenía ese día 18 años y había disputado dos partidos en la Liga. Hoy tiene 30 y ha sumado 432 encuentros.

Otro que sigue jugando es Gaspar, defensa del Córdoba, que recuerda con un cariño particular aquella noche. "Era mi primer año como titular en Primera División [el curso anterior había disputado dos partidos] y debutar en el Bernabéu con una victoria era más de lo que podía soñar", relata. Gaspar se fue, tras el descenso a Segunda, al Oviedo, pero volvió a la disciplina colchonera una temporada, en 2003-2004, cuando el derbi con el Madrid ya se había convertido en un partido tabú. Ese año (los duelos terminaron 2-0 en el Bernabéu y 1-2 en el Calderón) en el banquillo rojiblanco estaba Gregorio Manzano. "El míster sabe muy bien que el problema es psicológico, ahora mucho más que entonces"; opina Gaspar; "y bajo este punto de vista Manzano es muy bueno. Sabe aislarte y hacerte llegar con la mente más despejada posible. Dicho esto, está claro que el Madrid tenía un equipazo entonces y ahora, aún más". Los dos derbis que perdió ese curso el Atlético ahondan en la estadística: los colchoneros han coleccionado en el nuevo milenio seis empates y 15 derrotas, las últimas seis consecutivas. El estado de forma con el que llega el Madrid, que ha sumado 12 victorias seguidas entre la Liga y la Champions, no hace que aumentar las dudas sobre las posibilidades de romper el hechizo.

"Lo que tiene que volver a encontrar el Atlético es la desfachatez, la rebeldía que siempre lo ha caracterizado. Esa noche, con Ranieri en el banquillo, no bajamos los brazos después de encajar el gol de Morientes y tras el empate dominamos el partido", opina Solari; "deberían desacomplejarse, pero hablo desde el punto de vista de la actitud mental, no táctica". Y Manzano, tácticamente, ya ha anunciado que su Atlético va a plantearse el partido de la manera más conservadora posible. "Estaremos más cerrados, dando menos espacios. Pese a que en la mayoría de los partidos solemos controlar el balón, puede que ahora no sea así", fueron las palabras del técnico. "El Atlético tiene que sufrir y aguantar. No puede permitirse dejarle espacios a este Madrid, letal en la contra", dice Valerón, que lamenta la ausencia de Falcao, lesionado. "Habría podido ser el Hasselbaink de este Atlético", afirma el centrocampista del Deportivo.

"Jimmy era único, especial", objeta Solari; "no se asociaba mucho pero era tremendo en la definición. Tal vez sea la noche de Reyes. Puede ser mejor que cualquiera, pero es tan enigmático...". Gaspar, por su lado, sabe a quién el Atlético debe encomendarse: "Espero que sea la noche de Adrián. Lo conozco porque fue mi compañero con el Alavés y tiene calidad para quebrar la defensa madridista". El delantero asturiano tenía 11 años esa noche de octubre de 1999 y hoy, con 23, jugará su primer derbi ante el Madrid. Una condición de novato que comparten Courtois, Silvio, Diego, Turan y Pizzi, que deben evitar dejarse arrastrar por una espiral negativa que ha contagiado el ambiente. "Cada año que pasa sin ganar, los jugadores salen con más peso a la cancha. Cada derbi sin victoria es una piedra más. Empieza a ser un problema también para nosotros que vivimos la última victoria. Cada Madrid-Atlético estás obligado a ver esas imágenes y te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo", bromea Solari. Y Valerón glosa: "Desde hace cinco o seis años, los periodistas me buscan cada vez que se acerca el derbi para recordar ese día. Espero para el Atlético que esto termine ya".

Los jugadores del Atlético celebran un gol en su última victoria en el Bernabéu.
Los jugadores del Atlético celebran un gol en su última victoria en el Bernabéu.LUIS MAGÁN / MANUEL ESCALERA

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