Un ataque de nervios

Del terremoto por el abandono del británico Andy Murray, el héroe local, surge el serbio Janko Tipsarevic, su sustituto. El número nueve mundial comparece al encuentro del checo Tomas Berdych, en la segunda jornada del Grupo A, sabiendo que tiene muchas cosas a su favor: la libertad de empezar a competir inesperadamente, un historial de cuatro victorias por una derrota contra el número siete, y la conciencia de que a este se le atragantan los momentos clave. Ante el serbio Novak Djokovic, en la primera jornada, Berdych se inclinó en el tie-break y tras tener punto de partido. Hoy, ante Tipsarevic, el checo volvió a hacer de las suyas: desaprovechó un minibreak de ventaja en la muerte súbita definitiva, se enfrentó a punto de partido en contra...y, son las cosas del destino, se encontró con que Tipsarevic estaba aún más descontrolado que él. El serbio falló una fácil volea, cometió una doble falta y le entregó el encuentro a Berdych cayéndose por dos veces en el siguiente punto, que fue el definitivo (2-6, 6-3 y 7-6 para el checo, que tiene una victoria y una derrota tras dos partidos).

La tensión presidió el duelo. Berdych, que en la última jornada se cruzará con David Ferrer, rival esta noche (21.00, Canal+ y Tdp) de Novak Djokovic, compitió atenazado. Su drive nunca fue un golpe fiable. Privado de un arma fundamental, sufrió frente a los violentos tiros de Tipsarevic, un hombre capaz de producir golpes espectaculares desde posiciones inverosímiles y con movimientos muy cortos. El número nueve, sin embargo, solo jugó con libertad mientras su participación en el torneo fue testimonial. En cuanto ganó la primera manga y se dispararon las especulaciones de las distintas combinaciones de resultados capaces de darle el paso a semifinales, 'Tipsy' sintió en los tobillos el peso de los grilletes de la tensión, e igualó en errores el partido. El serbio dejó 21 fallos no forzados. El checo 34. Horrible.

Tipsarevic tuvo, en cualquier caso, la ventaja de ir sacando por delante en la manga decisiva, lo que colocó a Berdych en situaciones de gran estrés en cuanto se llegó a los juegos clave: el número nueve restaba siempre para cobrarse una ventaja irrecuperable. El serbio llegó a sacar por el partido, oportunidad que perdió en una volea cedida con todo a favor. Luego cometió una doble falta...y Berdych, con Tipsarevic tirado por el suelo en el siguiente punto, cojeando por un resbalón que abre la posibilidad de que Nicolás Almagro juegue un partido, ya no desaprovechó el regalo.

Pese a sus continuos ataques de nervios, el checo aún puede llegar a semifinales.